15/ 11/17
Una pequeña y larga noche el ojeroso decidió salir con sus amigos, lastimosamente tuvo que soportar a dos chicos rogándole por dos horas imedia en la sala de su casa. No quiso
llamar la atención esa noche, solo se puso lo primero que encontró y salio a las obligadas por sus amigos. No era algo que llamara su atención, era al segundo festival musical que le invitaban, a si que no era nada nuevo para el, cuando llegaron todos habían pedido un que de comer, y para su mala suerte, no había traído ni un real.El concierto había empezado, haciendo que las luces de este se apaguen y las de el escenario se encendieran, la primera cantante no era para nada nuevo, de hecho casi la mayoría eran músicos antiguos de la vieja escuela, a si que solo suspiro y se recostó en la baranda observando como sus amigos gritaban y saltaban en cada canción.
Su aburrimiento era tan grande que en el poco tiempo de distracción logró observar a casi la mayoría del público, haciendo que su atención se la lleve una chica que estaba en la primera fila, igual que el, tenía el cabello castaño y puntas rojas casi despintadas, piel blanca y ojos verdes, sus brazos estaban alzados mientras que una chica la abrazaba por el cuello, sus risas se escuchaban a su alcanze haciendo que este sonriera y mirara para aquella dirección, sus miradas conectaron por algunos segundos para luego desviarlas por el nerviosismo que ambos sentían, gran manera de empezar, Iván.
no era mucho el tiempo que pasó después de eso, de pronto había empezado a sonar give me everything y aquel ojeroso se emocionó. Y ahí estaba el, gritando y saltando de la emoción junto a sus amigos por la canción que escuchaba cuando hacía un speed run en minecraft, ja. Aquella castaña había volteado a esa dirección observando al pelinegro que reía, formando una sonrisa en su rostro, y después de varias dudas acepto acercarse a él.
La música sonaba a lo alto y lo disfrutaba, hasta que alguien tocó mi hombro. Voltee inconscientemente a responder.
––¿hola?
dije alzando la voz mientras tapaba un poco mis oídos
––¡hola!, me llamo Jessica, te vi desde allá, me pareciste buena onda!!
dijo señalando el lugar para luego sonreír mientras que tapaba sus oídos
Y enchinaba sus ojos.––¡Gracias!, me llamo Iván, un gusto Jessica!
dije observándola y dándome cuenta que era la chica que había visto hace un rato, solo supe sonreír para que luego mis nervios me consumieran
––¿¡con que vas mucho a fiestas??!
dijo ella
––¡no mucho!, suelo quedarme en mi casa, y es la segunda vez que le acepto una salida a mis amigos después de 1 año!
dije con sobre exceso de confianza para luego observar a mis amigos que me hacían muecas graciosas y hacían señas de 'pedirle su número'
––¿¡entonces como conoces este tema?! Es el mas antiguo de esta noche!!
dijo ella, algo confusa pero con aún una sonrisa en su rostro.
––¡suelo escuchar música seguido, un día me apareció el tema y me gustó!
dijo obviamente mintiendo, no quería decirle que era un virgen obsesionado con el minecraft y que se la pasaba haciendo speed run's con esa canción.
––¡entiendo!, ¿¡viniste con tu novia?!
pregunto finalmente la castaña arrepintiendose por dentro para pasar un mechón atrás de su oreja aún observando a aquel ojeroso
––¡no!, no tengo novia, ¿¡tu?!
dijo el con una sonrisa, pero quitándole al decir la última palabra.
––¡que pena!, ¡yo tampoco!, estamos iguales
dijo la primera frase sonriendo por dentro, para luego terminar la oracion con una gran risa.
––¿¡como una chica tan linda como vos esta soltera?!
dijo el, perdiendo el nerviosismo, escuchando que su tema favorito habia acabado, y había empezado a so nar una canción de alexandra stan.
––¡¡lo mismo te digo eh!!
dijo ella más roja que un tomate, devolviéndole el piropo con un tono nervioso para luego quitar las manos de sus oídos logrando escuchar la risa de su amiga, y las risas de los amigos de aquel ojeroso.
––¿¡quieres salir después de esto?!
dijo el ojeroso perdiendo toda su dignidad, aunque perfectamente todos sabemos que no es así, solo era un Iván leyendo lo que escribían sus amigos en un papel, para nada obvio.
––claro!!
dijo ella para luego acercarse a el y tomar su mano, alzandola y empezando a cantar la canción que sonaba. El no podía creer lo que había pasado, solo le siguió la corriente y empezó a disfrutar de la noche junto a sus amigos.