Luego de haber vuelto hacia el hospital y dijeran que Hyunjin estaba estable por el momento decidí ir casa a tomar una ducha. Volviendo a caminar por el mismo lado en el que había ido... Subí la gorra de mi sudadera gris y metí mis manos a los bolsillos por el frío del otoño, miré la hora en mi reloj el cual marcaban las 19:45hs, aún no era tan tarde pero por la estación en la que estábamos los días eran más cortos y ya estaba anocheciendo dejando en el cielo las hermosas estrellas.
Entré a casa, estaba en silencio seguramente mamá estaba en el trabajo aún.
Caminé hacia la sala en completo silencio, todo estaba oscuro gracias a que estaba anocheciendo y solo algunas luces adentrándose por las cortinas de las ventanas entreabiertas, dejé mi mochila en unos de los sillones y subí a mi habitación buscando alguna prenda de vestir que sea cómoda, al encontrarla fui al baño para tomar una relajante ducha.
El agua tibia recorría mi cuerpo y lo recordé, recordé aquella tarde en la casa de su padre en donde ambos jugábamos a imaginar cómo sería nuestro futuro si seguimos juntos y habías dicho que te casarías con la bella mujer que estaba a tu lado y yo lo estaba en ese momento.
Había tomado mi mano entrelazando nuestros dedos lentamente, daría lo que fuera para volver a ese momento y decirte lo mucho que te amo.
Y ahora me encontraba llorando en la ducha, extrañando a mi chico que se encontraba solo en una camilla de hospital, sin saber si despertaría.
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Me desperté sabiendo que no estarías a mi lado.
Me removí en la cama cuando mi teléfono comenzó a sonar marcando que ya era hora de levantarme e ir al trabajo, después iría a darte una visita para ver cómo estabas.
Al mirarme al espejo pude notar unas grandes ojeras debajo de mis ojos, últimamente estaba llorando demasiado y en mi rostro se notaba todo lo mal que la estaba pasando.
En otro amor todas mis lágrimas se están agotando.
Salí de mí cuarto pasando por el de mi madre, entré asegurándome de que ella estuviera ahí y así fue. Estaba dormida.
Cerré con cuidado la puerta y bajé las escaleras a buscar una de las frutas que estaban en la canasta que se encontraba arriba de la mesada. A su lado había una nota.
Que te vaya bien en el trabajo, cuídate y come bien. Mamá te ama. Pdd: Mañana iré a Busan a comprar unas cosas para tu cumpleaños, llegaré tarde.
Guardé la nota en mi bolsillo trasero del pantalón y mordí la manzana que había tomado mientras me dirigía hacia la puerta principal para salir de casa.
