•Seis•

1K 177 151
                                    

—El lunes no hace falta que vengan. —Se sentó Aizawa en el mostrador.—Comienzan las obras, hasta el domingo.—  Como jefe de la cafetería y anteriormente decidido por él, compró el local de al lado para ampliar la cafetería.

A Bakugou no le gustaba nada eso. Más clientes. Menos descanso. Aún no tenía compañero para atender la cafetería por la incompetencia de Aizawa. No hacía casi nada. Todo lo llevaba Bakugou, menos el dinero.

—Sí...

—Una semana libre. Serán esas tus vacaciones de este año.

Bakugou estaba decaído. Prefería haberlas tenido en el verano, como siempre. Que le cubriera Todoroki como todos los años ya que habría terminado el curso escolar.

Ya que por eso Todoroki estaba descartado para ser su compañero, porque estaba estudiando y era un simple suplente que trabajaba allí por la influencia de su padre; Enji Todoroki, jefe del centro comercial.

—Hay una chica interesada en el trabajo. Pero realmente no sé si puedo contratarla. Su familia es rica y creo que solo quiere llevar la contraria por una vez en la vida...

Tal vez había pensado demasiado rápido. Retiraba lo de incompetente.

—No es por ser impaciente, pero creo que solo no podré con todo.

—Lo sé, Bakugou. Pero no es tan fácil. —Se levantó. Solo había estado ahí cinco minutos.

Todoroki salió del almacén mientras Aizawa abandonaba la tienda.

—¿Escuchaste eso? —Habló Bakugou molesto.

—Sí. Si fuera tu ya habría renunciado. O denunciado a recursos humanos. —Abrió una caja y repuso algunos sobres de azúcar y sacarina.— Tus condiciones de trabajo son injustas. No cumples las horas mínimas de descanso entre una jornada y otra, además sin días libres casi.

—Tienes razón.

Ya lo había pensado antes. Cuando se lo dijo Sero. Él tenía compañeros para intercambiar turnos, Bakugou no sabía ni que era eso. Se la pasaba la mayoría del tiempo solo, tras un mostrador.
Irónico que rodeado de gente se sintiera solo.

—Estoy aquí para apoyarte, Bakugou. Eres una gran persona bajo todo ese mal humor. —Se giró para volver al almacén.

Su rostro se relajó.

—Gracias, Todoroki. —Susurró.

—¡Kacchan! —Alguien irrumpió en la tienda gritando.

—¿Deku? —Se giró.— ¿No estabas en el extranjero?

—Vine para el fin de semana. —Sonrió.

El rubio le comenzó a preparar su batido favorito desde que eran niños. Sabor a frutas del bosque.

—Invita la casa, y por casa me refiero a mí. —Rodó los ojos.

—Gracias Kacchan. Estoy agotado. La medicina es complicada.

—Tú y tu gran obsesión de querer ser un héroe. —Cogió un trapo y comenzó a limpiar el mostrador.

—Quiero salvar vidas. Quiero ser como All Might.

—¿Esa película de nuevo? Supéralo, es muy antigua.

—Lo mismo te digo con RedRiot. —Susurró.

—¡¿Qué?! —Se atragantó con su saliva.

—Me salió una notificación de que habías abierto una cuenta de Twitter. —Sonrió aún con la pajita del batido en la boca.— Yo le veo de vez en cuando, pero mi streamer favorita es Uravity.

𝘊𝘢𝘧é & 𝘝𝘪𝘥𝘦𝘰𝘫𝘶𝘦𝘨𝘰𝘴 [𝘒𝘪𝘳𝘪𝘣𝘢𝘬𝘶]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora