•Siete•

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—Pero cómo cojones no vas a saber jugar al tetris, Eijirou.

—Que no, que no. Siempre he sido malísimo.

La luna llena reinaba el cielo. Bajo ella, se encontraba la pareja más extraña en estos días (o no tanto), un  chico que se ganaba la vida gracias a internet y otro que no tenía ni idea de como usar google casi.

—Este es el único juego que conozco yo de cubos, no el "monicraj" ese.

—Minecraft, Katsuki, se dice Minecraft. —Rió— Aún no me puedo creer que te hayas tragado veinte directos del juego sin entender nada.

—Es que no salía la serie desde el principio...

—Así es, en Twitch solo se guardan directos hasta los dos meses, por eso subo resúmenes a YouTube. —Suspiró y miró como se pasaba otro nivel más de tetris.

—Me cansé de jugar. —Se levantó del banco y caminó hasta los columpios.

Kirishima le miró confundido.

—¿Vienes o no, RedRiot?~

Al mencionado se le pusieron los pelos de punta al escuchar su nombre así. Casi corrió hasta el rubio.

Se detuvo un momento y le miró fascinado, su pose al apoyarse en el palo del columpio, con sus brazos cruzados y una leve sonrisa le hizo tiritar.
Se lanzó en sus brazos.

Para así despertar de golpe en su silla gaming.

Miró confundido a todas partes y vio el móvil con el corazón a mil.

La última foto que había subido a su perfil era de un vaso de un batido de galletas, con su nombre escrito rodeado por mil corazones.

Hace dos horas.

Corrió, cogiendo a su paso una chupa de cuero.
Se puso unos vaqueros bajando las escaleras y aceleró como si no hubiera un mañana hasta el centro comercial.

Así entró a la cafetería, chocándose con un peliverde con pecas cuando salía.

—¿RedRi- Kirishima? —Preguntó Katsuki sorprendido de verle de nuevo.

—He... He tenido un sueño. —Habló.— Y mi sueño eras tú.

Bakugou se quedó estático, sin saber que decir. Mientras se ponía rojo como el pelo de su futura pareja.

—Es decir... Eres mi sueño, pero yo... He soñado contigo, —dijo al fin decidido— te esperaba en la puerta del centro comercial, te daba esta misma chaqueta, te daba un beso en la mano, nos íbamos a un parque a jugar al tetris...

—Kirishima-

—Y me he despertado. Sin tenerte entre mis brazos, porque sí, al final del sueño fuiste tan adorable que... Me lancé a darte un abrazo. —Se pasó las manos por el pelo desesperado.— Antes de que digas nada, —le miró serio, pero a la vez muy avergonzado de todo lo que estaba contando— Sí, soy RedRiot, espero que no solo me mires por ese personaje que ves en mis directos, si no que al mirarme así, sin gafas, ni mascarilla, ni nada de eso veas a mi persona, Eijirou Kirishima. Con todos los defectos que acarrea esto... Ya sabes, el bobo que se hizo los dientes de tiburón y casi no sale de su casa... A no ser que sea para ir a la cafetería de mi rubio favorito.

Expiró fuertemente.

—Dios ni sé por qué he dicho todo esto, discúlpame, creo que son demasiadas confianzas... Que vergüenza.

Katsuki salió del mostrador y se detuvo delante de Kirishima no más de cinco segundos. Ahí decidió darle un beso en la mejilla.

—Me gusta Eijirou Kirishima, el chico tímido que no se acerca a pedir un café y se sienta a hablar con sus amigos en una mesa como si solo ellos existiesen en ese momento y lo demás no importase, el chico feliz que hasta hace dos días no venía al mostrador. Aquel que le habló a sus amigos de mí. También me gusta RedRiot, ese chico que se lo pasa bien jugando a "monicraj" con sus amigos. Además, también es muy gracioso y sabe contar buenas anécdotas. —Sonrió de lado.— Algún día deberías conocer a RedRiot. —Bromeó.

—Eso... Eso quiere decir...

—También me gustas, bobo. Y me gusta por quién eres. No por ser RedRiot. —El pelirrojo le agarró de las manos.

Sonrió y le dejó un pequeño beso en la frente.

—Por lo que veo, sabes bien lo que decir en cada momento. —Sonrió mostrando su sonrisa afilada.

La campana de la puerta sonó.

—Me he dejado las... —Todoroki les miró.— Llaves. Felicidades. —Las agarró y salió de allí.

Los dos se miraron sin decir nada y sonrieron.

—¿Entonces quieres ir a un parque y jugar al tetris? —Bromeó alejándose de él para recoger el mostrador.

—¡Sí!... ¡No!... ¿No sé? —Caminó hasta él y se sentó en un taburete.

—¿Quieres venir mejor a mi casa a ver...? Iba a decir un directo tuyo, pero no creo que te entusiasme mucho. Podemos ver una película.

—Me parece bien. —Sonrió.

Así pues esperó a que Bakugou recogiese la cafetería para salir con él de la mano por la puerta de aquel centro comercial, no sin antes mirar hacia atrás y asegurarse de que nadie les hiciera una foto.
No dejó de mirar hasta que estuvieron lo suficientemente alejados en las calles estrechas que llegaban a casa de Bakugou.

—¿Estás bien?

—Sí, es que en mi sueño... —Susurró.

—No era real, Kirishima. —Abrió la puerta de su casa y le hizo un gesto para que entrase.— Sin embargo, ahora podemos crear recuerdos que sí lo serán.

Un escalofrío recorrió a Kirishima de pies a cabeza.

—Podemos ver... Los 13 Fantasmas, cualquiera de Anabelle y La Novia Cadáver. —Bakugou sacó varios CDs de un cajón.

—Pon cualquiera de Anabelle. —Sonrió.

—Piensas como yo, me gusta. —Introdujo uno en el lector y fue a preparar unas bebidas con palomitas.

Así pasaron toda la noche en el sofá, al principio alejados, hasta que Kirishima se acercó a Bakugou y le abrazó por la cintura.

En algún punto durante la película se durmieron y al despertar en la madrugada Bakugou vio que la película ya había terminado. Se giró para ver a Kirishima bajo él abrazándole. Sonrió y puso la alarma para el día siguiente y acontinuación se acurrucó en el pecho del pelirrojo con una gran sonrisa. Esta noche sería la primera en mucho tiempo que verdaderamente descansaría.

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Actualización porque hoy es el cumple de Auron (?

Volví jiji

Prometo actualizar regularmente y no estar 3 meses desaparecida😭

Besis, ¡nos leemos!

𝘊𝘢𝘧é & 𝘝𝘪𝘥𝘦𝘰𝘫𝘶𝘦𝘨𝘰𝘴 [𝘒𝘪𝘳𝘪𝘣𝘢𝘬𝘶]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora