𝘊𝘢𝘧é & 𝘝𝘪𝘥𝘦𝘰𝘫𝘶𝘦𝘨𝘰𝘴 [𝘒𝘪𝘳𝘪𝘣𝘢𝘬𝘶]

•Cuatro•

—¿Tu nombre para escribirlo en el vaso? Aunque ya te lo preparé pero... Políticas de la empresa.

—Eijirou Kirishima. Puedes poner Eijirou. —Dijo muy rápido.

Katsuki le miró sorprendido.

—Vale... —Respondió por la repentina energía del contrario.

Al escribir su nombre, puso un pequeño corazón al lado.
Era algo que siempre hacía, pero con una diferencia.
Dibujaba una estrella para todos, los corazones los reservaba para las abuelitas que le llaman adorable y... Ahora para Eijirou Kirishima.

—Eijirou... —Dijo mientras escribía.— Aquí tienes. —Se lo entregó.

—Gracias... —Agarró el vaso, miró lo recién escrito y sonrió.— Bakugou-san.

¿Le acababa de llamar por su apellido... Tan naturalmente? ¿Sin ni si quiera retirar la vista de aquel café con leche?

¿Cómo sabía su apellido si nunca pidió él nada y ni se acercó al mostrador?

—De nada... —Dijo con un tono dubitativo.

Kirishima levantó la cabeza para mirarle, parecía que estaba esperando algo.

—¡Ah, sí, qué idiota! —Sacó el dinero que costaba la bebida.— Aquí tienes.

—Que despistado... Atento la próxima vez que vengas a pedir, supongo.

—No se volverá a repetir. —Dedicándole una última sonrisa a aquel chico, se giró y salió de allí.

—¿Por qué cojones me suena tanto ese chico? —Miró el mostrador y vio que había una cartera.— Es idiota.

La agarró y la dejó bajo el mostrador, seguramente vendría a buscarla cuando tuviera que pagar algo.

—Eijirou... Kirishima... ¿Por qué es tan familiar? Ni vi su jodido rostro. —Se estaba enfadando. Tal vez de los nervios o de no tenerlo todo "en su lugar" como acostumbraba.

Comenzó a limpiar el expositor de los postres, hasta que levantó la vista y vio una cabeza mirándole fijamente. Dio un pequeño salto de la impresión.

Un momento. Le conocía.

—¿Chargebolt? —Dijo sin pensarlo dos veces.

Este ahora era el que se sobresaltó.

—Ah... Hola.

Que rara situación. Ninguno de los dos sabía cómo reaccionar.

"Veo tus directos, bueno no, más bien los de RedRiot. Me gusta mucho".
"Me gusta tu café y hablando de gustar, le gustas a mi amigo, que si me conoces seguramente también le sigas".
No podían decir eso.

—¿V-ves... Mis directos? —Preguntó nervioso.

—Bueno... En su mayoría de RedRiot.

"OK Katsuki, no te delates. No actúes como un loco. No le incomodes", pensó.

—Oh, vaya... —Sonrió.— Así que te gusta RedRiot. —Le señaló con energía.

—Sí, me gusta. —Desvió la mirada, una sombra familiar pasando por la cristalera de la cafetería llamó su atención.— Es decir, sus directos. Ver sus directos.

—Bien... —Sonrió.— Solo venía a pedir un vaso de agua. —Se rascó la nuca, aguantando todo el entusiasmo en su interior.

Se lo entregó y después de una despedida incómoda, se sentó en el lugar que siempre solían estar los chicos que iban de incógnito.