𝘊𝘢𝘧é & 𝘝𝘪𝘥𝘦𝘰𝘫𝘶𝘦𝘨𝘰𝘴 [𝘒𝘪𝘳𝘪𝘣𝘢𝘬𝘶]

•Tres•

Bakugou no podía creer lo que escuchaba.

—Pero Aizawa-san... ¿Eso será posible? —Preguntó el rubio.

—Por supuesto. Tumbaremos esta pared —le dio unos golpecitos— y pondremos más mesas para los clientes. —Respondió.

Su jefe era muy bueno, pero a veces traía unas novedades típicas de una historia de ficción.

¿Comprar el local de al lado, tirar la pared y hacer que la tienda sea más grande?
Solo significaba una cosa.
Más trabajo para Bakugou.

—Pero tendremos que contratar a alguien nuevo. —Habló sacando a Bakugou de sus pensamientos.

—¿Hah? ¿Quién?

—Podría ser Todoroki. Pero él no podría estar hasta tarde dado su caso. —Apartó la mirada.— Buscaré a alguien nuevo, tal vez dos. Para la semana que viene estará lista la obra y los empleados. —Se puso su chaqueta para retirarse de la cafetería.

Cuando salió, Bakugou siguió atendiendo clientes.

Aizawa había venido un rato para hablar de nuevas novedades para el local.
Terribles novedades.

Además se estaba perdiendo el directo de RedRiot, genial...

Entró a la aplicación.
Ya había acabado el pequeño just chatting del principio y estaban jugando a aquel juego de cubos.

Se colocó los auriculares, bajó el volumen y volvió a atender clientes.

—Oye Red, he visto el inicio de tu directo. —Habló Chargebolt.

—¿Y? —Respondió angustiado porque tenía a lo que parecían doscientos enemigos encima.

—Esa persona debe estar contenta... Vaya, tener al gran RedRiot tras sus pies debe ser... Wow. —Rió.

—Hetero pero no mucho. —Habló AcidQueen.

—Sí soy, sí soy. —Dijo riendo Chargebolt.

—Espero que se dé cuenta al menos. —Susurró.

—¿Cómo? —Se escuchó por los auriculares a Chargebolt, pero Katsuki también lo dijo en voz alta.

—¿Cómo que le gusta alguien? —Se derramó un poco de café al echarlo en una taza para servirlo.

—¿Disculpa? —Preguntó la clienta confundida.

—Perdón. —Le entregó el pedido, como era la última clienta encendió la pantalla del móvil y miró la cámara de RedRiot. Estaba sonriendo levemente. 

—Creo que estará viendo esto. —Trató de borrar la sonrisa tonta de su rostro, pero fue inútil.

Sin embargo Bakugou estaba más serio de lo normal.

—Le gusta alguien. —El mundo desaparecía a su alrededor. Se sentía en un vacío oscuro.

¿Qué pensaba? ¿Qué alguien tan increíble se fijaría en alguien como él?
Ni le conocía.
Era un número más de las 13 millones de personas que le seguían.
Solo era texto. Unas palabras más en aquel chat. Una persona más de las ciento treinta mil que había viéndole.
Sintió como todas las fuerzas que le quedaban abandonaban su cuerpo.
Era algo que nunca le había pasado desde que dejó los estudios y empezó a trabajar en esa cafetería.

Trabajar... En la cafetería...

—...rdona? ¿Estás bien? —Preguntó alguien a su lado.

Bakugou volvió a conectar con el mundo y miró a la nueva clienta.