Diliana despertó con la luz del sol, una sonrisa se alojó en su rostro, hoy volverá a su casa, con sus hijos, Daniel y Fabio que son su vida, los extraña, pero ya eso se resolverá. Se baña y arregla, poniéndose cómoda. En un aeropuerto lo menos que le apetece es que los zapatos le maten los píes. Se puso unos vaqueros, un top sin tirantes y tenis rosa pálido en combinación con la top. Verifico que todo estuviera en orden, que no se quedara nada y salió al encuentro de sus compañeros de viajes, todos viajarían por la misma línea ya que los pasajes lo habían sacado la compañía.
Amanda y Leonardo la esperaban en un restaurante para salir desayunados, la espera en el aeropuerto desespera y era mejor llegar listos para eso. Después de un rico desayuno los tres tomaron sus maletas y salieron, Diliana había solicitado el servicio de una limusina, quería ir cómoda junto a sus acompañantes, el chofer de esta le abre la puerta, ella deja la maleta para que este la ponga en el baúl del auto y monta, inmediatamente monta el chofer cierra la puerta y escucha los seguros, mira al frente y lo ve, su sonrisa se hace de oreja a oreja.
—¿Que pretendes Kiram?— pregunta llena de rabia.
—Que me escuches. —Este se acerca.
— No me interesa nada que venga de ti, déjame ir con los chicos. — dice señalando a Leonardo y Amanda que están montando en otra limusina.
—Me escucharás, lo que vistes ayer…
—Nada Kiram, sé perfectamente lo que vi ayer, no terminabas de besarme cuando ya estabas besando a tu esposa, amante o lo que sea. No quiero saber nada de un perro infiel como tú.
—¿Estas celosa, mi amor? —pregunta con sorna. Deseoso que esta le diga que si, que lo está, que no puede vivir sin él.
—Ni en tus más profundos sueños estaría yo celosa de alguien como tú. Al contrario, la que me da pena es la ingenua que te cree todas tus mentiras.
—Kesha no es ninguna ingenua, he sido muy claro con ella. Jamás podría verla como mi esposa.
—Y eso a mi ¿que? Mira Kir, si vamos a realizar este negocio tienes que entender que lo nuestro murió hace años atrás, ahora ambos tenemos vidas diferentes.
—Diliana, yo siempre te he amado. —esta bufa enojada.
—No se te ocurra volver a decir eso. Entiende que el amor no es un capricho, es algo más, es algo que se siente en el corazón, por amor se lucha, se enfrenta a todo sin importar las circunstancias. Yo me la iba a jugar por ti, por alguien que a la primera oportunidad se marchó sin decir una sola palabra. Yo sí puedo decir que te ame, yo si puedo…
—¿Decir que me sigues amando?
—No Kiram, ya no mas, ya no puedo amarte sin pensar en todo el dolor que me causaste. Te lo entregué todo de mi, te di todo. —dice recordando esa noche en la que se entregó por completo bajo el engaño de que se casaría con ella.
—Diliana, tienes que escucharme, no tuve otra opción, no quise hacerte eso, el dolor que tú sentiste yo también lo sentí, yo sin ti estoy muerto, yo sin ti no tengo vida. Tú fuiste, eres y serás mi único amor. —dice al borde de la desesperación.
—Ya no mientas más. —grita llena de dolor al recordar todo.
—Te lo juro, mi amor. – Kiram se acerca más quedando muy pegado a ella—. Te lo juro, eres el amor de mi vida. – la abraza fuerte.
—¿Por qué Kiram?¿Por qué me dejaste sin una carta, un mensaje? Nada.
—Porque así me lo impusieron.
—¿Quién? ¿Quién nos alejó tan vilmente? — sus lágrimas comenzaron a bajar por su rostro. Su corazón duele de una forma inexplicable, era como si se estuviese rompiendo en millones de pedazos.
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Volverás a ser mía
Romance"Hay amores que se piensan olvidados, pero la realidad es muy distinta. Un ciclo no se cierra hasta que ambas partes así lo hayan decidido". La arquitecta Diliana Ovalle es una mujer de carácter fuerte, decidida y muy exitosa. No se deja doblegar p...