[II] Secretos

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Yeonjun no mentía cuando dijo que la herida cicatrizaría pronto.

No fue más que un par de semanas en las cuales Beomgyu se observaba al espejo cada cinco días, su piel era sensible al toque, pero su propia regeneración le ayudó a acelerar el proceso, de otro modo sería un ser inmortal con varias fracturas.

—Estoy pensando en fingir mi muerte de nuevo antes de que los vecinos sospechen—dijo Beomgyu mientras daba un sorbo a su bolsa de sangre oculta en un termo de café con ayuda de un sorbete—. Pero no encuentro otro lugar en Seúl dónde pueda volver a rehacer mi vida cuando en Daegu ya la fingí unas ochenta veces.

—Intenta en Gwancheon—propuso Bin—. En ese lugar la gente no notará que no envejeces, están más preocupados en trabajar que en si existes o no.

No faltaba mucho para el cumpleaños cientoveinticuatro de Beomgyu, y cómo cada año,se preguntaba qué clase de excusa va a tomar esta vez por los humanos que ya lo conocían cómo al dueño del apartamento.

—¿Paro cardiaco suena bien?—pregunta anotando una posible causa de muerte en su cuaderno.

—Tendrás que esconderte de la morgue si fingirás que te dio un paro cardiaco esta vez—dijo Bin robándole su termo —. No tienes que morir cada año Beomgyu, deja pasar unos diez años más y pensarán que te conservas bien por el maquillaje.

—Pero si esconderme de la morgue es muy sencillo—guarda el boli y lo observa—. Conseguí unos buenos litros de sangre esa vez, suelen desperdiciarla o donarla, solo aproveché mi oportunidad.

Escribe "paro cardiaco" cómo una gran y posible causa de muerte que podría usar en un futuro antes que el suicidio, apuñalada u otras muertes naturales que tenía como lista y ya había usado más de una vez.

Era irónico hablar de la muerte en su cafetería nocturna de confianza, cuando Bin estaba por tomar del termo la puerta se había abierto, casi de inmediato reconociéndose ante la sonrisa culposa del vampiro.

—Lamento la tardanza —Hueningkai, un estudiante de último grado se acerca a la silla vacía dejando su mochila—. Duró más de lo planeado el examen, espero y puedan perdonarme.

—Si nos das un poco de tu sangre podemos hacer una excepción—Beomgyu bromea en un tono más grave y al relamerse los colmillos, Soobin golpea su hombro provocando un quejido suyo.

—No le hagas caso Kai, siéntate—inclina la silla sentándolo más apegado a él, este asiente y se acomoda colocando su cabeza sobre el hombro del más alto.

—¿Les interrumpo en algo?—pregunta el menor.

—Oh no, solo háblabamos de mi próxima muerte—dice Beomgyu con tranquilidad—. ¿Qué te parece Kai? ¿Paro cardiaco? Ni siquiera tengo pulso para que lo sospechen.

—Es una buena idea, pero buscarán si acaso tuviste el colesterol alto o alguna otra causa patológica de tu desceso—responde —. ¿Pidieron algo de tomar?

—De hecho, estaba esperándote para que tu lo eligieras—Soob ríe y le entrega un par de monedas—. Pide el mejor del menú, compartamos juntos esta vez.

—Ughhh—emite Beomgyu asqueado de lo cursi que ambos eran—. Amor mundano, que asco.

Ante su repulsión, Soobin no pudo evitar soltar una risotada.

—¿Celoso Gyu?—Soobin abraza a su novio y despeina sus cabellos, ambos ríen ante las quejas del vampiro—. Bien bien, pediremos separado.

—Olvídenlo—se levanta de la mesa—, denme el dinero y yo lo pago—extiende su mano—. Quiero comprar un matcha ahora mismo.

Sangre Pura | YeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora