[IV] Trust No One

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tw: temas fuetes, bebidas adulteradas.

—¿Que se supone que están tramando esta vez? —pregunta aunque la respiración le juega mal—. Los escuché a ti y a tu amigo hablando de nosotros como un filete blando.

—Espera espera —Yeonjun niega de inmediato—. Estás malinterpretando las cosas-

—Oh, sí, claro, voy a creerte esta vez—usa un tono de sarcasmo en su voz, Yeonjun lo mira y sonríe ladino.

—Pero te gustó el beso, ¿no?

Eataba seguro que si fuese humano, sus mejillas se tornarían rojizas en ese instante.

—No me cambies de tema.

—¡Pero si fuiste quien me cambió de tema primero!—hace un berrinche el licántropo—. Eres un chismoso.

—Y tú un cachorro molesto si me lo permites decir—saca su lengua al rechistar.

Justo cuando quería seguir interrogándolo el sonido de unas pisadas acercándose los distrae. Casi de inmediato las orejas de Yeonjun se movieron, levantando su mirada al olfatear lo que más presentía.

—Tienes que irte —Yeonjun ordena sin dejar siquiera a Beomgyu hablar, empujándolo contra uno de los pasillos estrechos.

—Pero-

—Mi manada está buscándome—dijo cubriendo sus orejas con el gorro y mirando algo preocupado a este—. Te explicaré todo después, ¿bien? Estaré aquí después de la luna roja.

No quería meterse más en peligro, y es que apenas procesaba lo que estaba sucediendo y la manera en la cual Yeonjun lo protege de su especie, o quizá, al menos en su cabeza,  simplemente lo estaba ocultando para mantener su estatus cómo lider.

Beomgyu se retira cómo un murciélago antes de que alguno de los lobos notara su presencia. Aunque su aroma vampírico quedase impregnado en Yeonjun por aquel beso, solo temía por sí mismo de que esas sospechas resultaran siendo ciertas.

Pero Yeonjun, en vez de acorralarlo lo estaba dejando huir, cómo si fuera un conejo y él un león jugueteando un poco con su miedo y por mero gusto arrepintiéndose de darle un bocado, lo irónico del caso es que, al final, Beomgyu se dio cuenta que Yeon estaba más dispuesto a él y con facilidad podría cambiar las cosas, pues tenía al lider queriendo más de él aunque fuese secreto.

Y aunque quisiese aprovecharse de eso,  a Choi Beomgyu no le gustaba ser oculto por nadie o ser un pasatiempo para su abstinencia porque no lo conocía aún lo suficiente. No quería suponer que Yeonjun se enredaba a menudo con otros, pero tampoco podía descartar que el ser distinto le atraía más.

Estaba en un lío, uno del cual no hubiera sucedido si tan solo tuviera más precauciones la primera vez.

***

Pero si era honesto, le había gustado aquel beso.

Beomgyu podía recibir cariño y derretirse con eso, un beso de Yeonjun fue lo suficiente para traerlo pensando toda la semana sobre el tacto de este. 

—Basta—se dijo a sí mismo delante del espejo—. Esta será la última vez que pensemos eso, ¿ok? El gran Choi Beomgyu no puede pasar toda su eternidad pensando en un simple beso.

Señalándose cómo si aquello fuese un regaño propio, suspira cansado de que aún su mente estuviera concentrada en procesar la manera en la que ambos se miraban y se besaban, era dócil, demasiado dócil por culpa de un cachorro que le ocasionaba cosquilleos en su estómago y era incapaz de admitírselo a la cara.

Sangre Pura | YeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora