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Luego de dejar a tu hermano pequeño en casa después de acompañarlo a pedir dulces, emocionada te dirigiste a la fiesta de disfraces a la que te habían invitado

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Luego de dejar a tu hermano pequeño en casa después de acompañarlo a pedir dulces, emocionada te dirigiste a la fiesta de disfraces a la que te habían invitado. En el camino te encontraste con tu grupo de amigos y todos juntos llegaron a la casa, la música era ensordecedora y las personas desbordaban el lugar, junto con tus amigos se adentraron y se sirvieron algunos tragos, bailaron y se divirtieron por horas, en algún punto de la noche te separaste de ellos al intentar encontrar un baño pasaste por una ventana en el segundo piso y al mirar en ella de reojo te llamo la atención un hombre disfrazado de forma curiosa en la otra calle que parecía estar viendo hacia ti tambien, sentiste un escalofrío en la nuca pero no le diste mucha atención porque tenías más ganas de ir al baño que de cualquier otra cosa y al abrir varias puertas erróneas por fin diste con el baño.

Al terminar abriste la puerta encontrándote enfrente de ti un hombre alto y fornido asustandote y haciéndote retroceder unos pasos, era el mismo hombre que habías visto hace un momento en la ventana, tragaste saliva aunque tú boca se sentía seca, el no parecía querer pasar al baño ya que te hiciste a un lado para que este entrara y tú pudieras salir pero el no se movió. Cada segundo que pasaba te ponía cada vez mas nerviosa y no ayudaba en nada haber notado que el hombre traía consigo un cuchillo de verdad además de estar manchado con lo que tú creías era sangre falsa, miraste su máscara y te pareció fascinante.

-Tu disfraz es increíble...-Te atreviste a decir y como respuesta de su parte levanto la mano que sostenía el cuchillo acercándolo a ti. -¡Si! Note que es de verdad.- El se detuvo en seco cuando la navaja del cuchillo estaba a unos céntimetros de tocar tu mejilla. -Ten cuidado puedes lastimar a alguien- Le sonreiste con nerviosismo mientras apartabas lentamente con el dedo la cuchilla y el ladeó su cabeza.

Se escuchó el grito aterrizado de una chica en el primer piso distrayendo al hombre y aprovechaste ese momento para escabullirte rápidamente al primer piso, dónde estaban varias personas rodeando la puerta de un cuarto, te acercaste y pasaste entre ellas hasta estar en el marco de la puerta allí viste en el suelo a una mujer en un charco de sangre. La imagen de aquel hombre de la mascara y su cuchillo manchado de sangre fue lo primero que paso por tu mente, rápidamente buscaste a alguno de tus amigos porque ni tu te creías lo que acabaste de pasar.

Encontraste a tu grupo de amigos fuera de la casa y te apoyaste en una amiga, la fuerza de tu cuerpo parecía desvanecerse mientras que tú respiración era agitada, tus amigos estaban preocupados por ti así que te llevaron de nuevo a tu casa, en todo el camino te sentías observada y no solamente por tus preocupados amigos, al llegar a tu casa te despediste de ellos y cerraste la puerta con llave, subiste a tu habitación sin antes primero revisar el cuarto de tu hermano pequeño que se encontraba durmiendo.

Suspiraste aliviada, ahora estabas más calmada, sentada en la orilla de tu cama empezaste a desvestirte, aún pensabas en lo cerca que estuviste de la muerte y en lo cerca que estabas del hombre, en lo alto que era en comparación contigo y en lo musculoso que era también, tus mejillas se ruborizaron pero negaste rápidamente con la cabeza, te pusiste de pie y te disponías a ir al baño para lavarte el maquillaje cuando escuchaste un leve rechinido fuera de tu cuarto.

Halloween Nigtht | Michael Myers X Reader |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora