Extra 3

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Nuevamente era 31 de octubre, bajaste emocionada de mostrarle a tu novio tu disfraz, lo estuviste preparando desde hace meses, un lindo y atrevido disfraz de diablito pero al bajar las escaleras y al salir con hermanito no lo viste por ningún lado, tu suponías que el estaba atendiendo sus propios asuntos, intentaste no pensar mucho en eso pero imaginarlo matando te ponía nerviosa, recordaste cuando viste a la chica muerta en la fiesta del año pasado , tu hermano te saco del trance en el que estabas cuando te sacudió del brazo para llamar tu atención ya que noto lo distraída que estabas -Mis amigos dicen que hay una casa embrujada más adelante ¿Puedo ir?- pregunto y tú dudaste pero luego asentiste con cabeza dándole una sonrisa -Puedes pero es la última casa, ve directamente a casa cuando salgas de ahí- mandaste y el feliz mente se hecho a correr junto con sus amigos.

Tu diste media vuelta resignada a qué la noche de hoy no verías a Michael ni tampoco podrías mostrarle tu disfraz, mientras más te acercabas a tu casa menos personas habían por la calle era mejor de esa manera, era lo mejor así no pasarías tantan vergüenza con tu disfraz. Llegaste a tu casa sin problemas y te arrojaste sobre el sillón, miraste tu pequeño canasto de plástico en forma de calazaba había algunos dulces que tu hermanito te dió por pena y uno por uno te los comiste hasta que escuchaste ruido en tu patio trasero, te asómate por la puerta trasera pero no viste a nadie entonces pensaste que era tu imaginación y te dispusiste a entrar pero viste algo moviéndose por fuera de la cerca, no estabas seguro si a revisar o no pero nuevamente viste algo moverse está vez lo habías visto era Michael alejasdose.

No lo pensaste dos veces ahora estabas siguiendo en total oscuridad a tu novio por un pequeño bosque detrás de tu casa, pero luego lo perdiste, miraste hacia todos lados buscandolo -¿Michael?- lo llamaste pero el no aparecía -¡Michael, esto no divertido!- le gritaste pero claro que para ti no era gracioso pero para el que te observaba detrás un árbol si lo era, te había estado observando todo el tiempo desde que saliste de casa con ese lindo vestido rojo pegado al cuerpo, le hervía la sangre cada vez que notaba que los hombres te dedicaban morbosas miradas, deseaba ir junto a ti y agarrarte el culo mientras caminaban a la par, para que todos ellos supieran que le perteneces, pero eso ya no importaba. Ahora te tenía dónde quería, alejada de todos, dónde nadie podría escucharte gritar, por fin decidió aparecer tan de repente que te asustó.

Te tomo del cuello y te empujó hasta que tú espalda chocará con fuerza contra un árbol, te quejaste por el dolor y la incomodidad pero el no se inmutó, entonces sentiste ser levantada unos centímetros de suelo y tus manos temblorosas empezaron a golpear débilmente el brazo con el que te asfixiaba para que entendiera que te faltaba el aire, no podías hablar solo quejarte jadeando y gimoteando. Fue cuando viste el cuchillo que sostenía con su otra mano que intentaste frenéticamente liberarte de su agarre pero era inútil, el te apunto con el cuchillo y abalanzó su mano hacia ti, cerraste los ojos esperando ser apeñalada pero en cambio solo clavo el cuchillo en árbol agarrando el tirante de tu vestido.

Michael por fin soltó tu cuello e intentaste regular tu respiración mientras te sujetabas de su overol y el tomo tus piernas guiandolas para que lo reodearan en ese momento el se apegó a ti y lo sentiste, sentiste el bulto de su entrepierna, sus ojos se encontraron con los tuyos, sus pupilas dilatadas te decían todo lo que sus labios no lo hacían, su mano se paseo por tu cuerpo desde tus muslos hasta tus pechos, estaba deseoso y algo desesperado bajo violentamente el escote de tu vestido y gemiste, por el movimiento brusco tus pechos rebotaron y para Michael eso fue hipnotizante, fue cuando sus manos bajaron hasta su bragueta para abrirla que supiste lo desesperado que estaba por empezar.

Cuando por fin pudo liberar su erección lo volvió a rozar contra ti –Oh, Michael~– gimoteaste su nombre y le encantó, sus manos rozando tus muslos levanto tu vestido más de lo que ya estaba por tener las piernas abiertas y te arranco las bragas, jeadeaste ya que te había lastimado pero el volvió a rozar su miembro en tu entrepierna desnuda, tomo uno de tus pechos con su mano apretandolo y jugando con tu pezón con poca delicadeza fue desprevenido para ti que de repente y sin ninguna preparación el entrara en ti de una estocada, no espero a que te acostumbraras empezó a embestirte brutalmente, te quejabas y le rogabas que se detuviera al menos un segundo y para ti el parecía ignorarte haciendo que tus lágrimas no tardarán en aparecer pero no lo hacía, tus gritos y súplicas más las lágrimas que caían de tus ojos empapando tu lindo rostro solo hacían que el quisiera seguir y seguir, hasta que ya no pudo y se quitó desesperadamente la máscara para callar tus gritos y sollozos con un profundo he inteso beso mientras continuaba con sus violentos movimientos.

Halloween Nigtht | Michael Myers X Reader |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora