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Este episodio contiene escenas  explícitas y violencia.

Si eres alguien sensible por favor no lo veas y si no lo eres, disfruta.

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Después de lo ocurrido el alemán se encontraba en un estado de paranoia, no cerró los ojos en ningún momento por lo que quedaba de la noche a menos que fuera para parpadear, incluso aquello lo evitaba. Todos sus sentidos se hallaban en alerta, cualquier mínimo sonido lo alertaba desde el ruido de un raton hasta el susurro del viento, porque tenía miedo de que él regresara.

Luego de unas cuantas horas de intentar permanecer despierto por fin sucumbió al sueño, el desgaste metal y físico eran demasiado para su pequeño cuerpo sin fuerzas. En ese preciso instante la puerta de su prisión es abierta y el responsable de su estadía hace presencia pero el ario ni se inmuta, se encontraba ya por el quinto sueño.

El soviético baja las escaleras del sótano y se adentra al lugar con una bandeja, la misma poseía un bowl con avena caliente y un jugo de naranja, algo muy sencillo pero comestible. Al llegar al sitio en cuestión se encuentra con el alemán en una de las esquinas del lugar.

Al ver que no hubo ninguna reacción de parte del él se sorprendió, mínimo creía que haría una escándalo con gritos, insultos e intentos de asesinato hacia su persona, pero al observarlo bien se dió cuenta que se encontraba en un profundo sueño.

A paso tranquilo se acercó a Reich, tenía curiosidad de observarlo más de cerca puesto que nunca tuvo una oportunidad de hacerlo, y se arrodilló para quedar a su altura. Al acercar su rostro al del contrario se sorprendió al ver tales facciones exóticas.

Poseía unas largas pestañas negras que acompañaban a esos grandes ojos almendrados color rubí, iguales de exóticos como la gema misma y de un color intenso como la espesa sangre, todo esto era enmarcado por esas cejas pobladas que poseía. Su nariz era pequeña y respingada, tan delicada y frágil, y esos labios tan carnosos y esponjosos lo tenían vuelto loco.

Viéndolo en estos momentos tan relajado, era la primera vez que el soviético lo encontraba tan sereno, pudo apreciar tal belleza ante su único ojo. Ese homicida alemán, que todos detestaban e incluso él, parecía haber caído del mismo cielo. 

Era un ángel en todo su esplendor , cosa que le encantaba porque personalmente podía corromperlo a su manera, arrancarle una por una sus emplumadas alas para que no pueda volver a volar y condenarlo a servirle por toda la eternidad. Tras un rato de admirar su belleza se acerca silenciosamente al alemán, como un depredador que caza a su presa, y cuando está cerca de sus rojos cerezos intentó unirlos en un cálido beso.

En ese preciso momento Reich se despierta, por la sensación de peligro a su alrededor, y al ver el rostro de Urss tan cerca del suyo se asustó, teniendo como un instinto inmediato el alejarlo con una cachetada. Luego del golpe el soviético se aleja con un ardor en la mejilla y es ahí cuando ve al ario aterrado, su pecho subía y bajaba desenfrenadamente, su cuerpo entero temblaba y sus ojos estaban tan dilatados que parecían dos canicas.

Al ver tal reacción el soviético respiró hondo e intentó tranquilizarse, poco a poco lo rompería y ver tal estado del alemán lo prendió de suma manera. El eslavo se levantó del suelo y con su dedo señaló a algo del lugar.

La mirada de Reich siguió la dirección que apuntaba el dedo índice del contrario y cuando llegó al lugar indicado pudo apreciar una bandeja, era el desayuno que el soviético había bajado para él. Al ver la comida su estómago se revolvió, la avena le causaba náuseas porque parecía vómito y odiaba el jugo de naranja.

Bajo tus órdenes Countryhumans  ( URSS X Reich) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora