7

3.9K 269 97
                                    


Esa tenebrosa voz, que ya la conocía de memoria, hizo presencia en la habitación y, al igual que estando en una cueva, retumbó todo el lugar.

Tras la intromisión de ese ser los sentidos de Reich se pusieron alerta, las pupilas se le dilataron, la piel se le erizó, su respiración aumento y el ritmo de su corazón se aceleró. Con los nervios a flor de piel se dispuso a ver de donde provino la voz, dando como resultado la ubicación del soviético.

La tarea se veía fácil; buscar el lugar en donde se encontraba un ruso grande, fornido y de más de dos metros de alto. Nada complicado a decir verdad, quitando el hecho de que a la persona que buscaba era endemoneadamente buena escondiéndose, sumándole a eso; la habitación estaba oscuras y él la conocía de memoria.

Ésto lo estaba abrumando, estar en un lugar que no conocía, completamente a oscuras y con tu mayor enemigo vigilandote en las sombras sin saber su localización, no lo tranquilizaba. Estaba al borde de tener un ataque de pánico, hacía tiempo que no tenía uno y no tenía a sus amigos para que lo apoyaran, hasta que un sonido se hizo presencia en sus oídos.

El escuchar una serie de carcajadas por toda la habitación le ponía los pelos de punta; y más a sabiendas de quien se trataba. Con la desesperación en su ser el alemán se dispuso a nuevamente observar el dormitorio.

Todo estaba igual como hace unos segundos atrás cuando pasó su mirada y eso le preocupaba; el no poder ver ni saber dónde se encuentra el cazador no es nada bueno para la presa.

Sus ojos se desplazaban de un lado a otro en un vago intento de encontrarlo, estaba a punto de desistir hasta que disipa algo que anteriormente no se había percatado. En la esquina más oscura del lugar se podía apreciar un iris brillante que observaba al contrario.

Cuando la mirada color rubí se encontró con la de miel el tiempo se quedó estático; una detonaba fuerza y superioridad mientras que la otra solo miedo y terror. El fuego que poseía esos ojos rojos y que era tan característico de ellos, poco a poco se iba extinguiendo y lo único que quedaba eran cenizas de lo que alguna vez fueron grandes llamas de valentía.

El saber que era él quien estaba apagando esas llamadas y domando al ario más temido del mundo, provocaba que su orgullo aumentara y eso se veía en la sonrisa que se formaba en sus labios, la misma que el contrario también pareció notar.

Con suma lentitud se levantó de donde se encontraba sentado y con paso lento se acercó a su cama, lugar en el que se encontraba descansando el ex-genocida. Su gran silueta hizo presencia  en el dormitorio a oscuras, cosa que le pareció molestar y cambiar sus pasos hasta el encendedor.

Luego de prender las luces, retomó sus pasos a donde inicialmente iba. Con cada pisada que hacía el soviético, para acercarse a él, los nervios de Reich ascendían.

No podía aguantar más de lo que le pudiera hacer el eslavo, su cuerpo estaba gravemente herido y su mente no se quedaba atrás; el alemán conocía al contrario y sabía a la perfección que el ruso amaba de torturar a la gente, a él también le gustaba, por lo tanto, utilizó eso a su favor para acercarse. 

Sin tener ningún escapatoria; no tenía armas ni poseía fuerzas para atacar o huir, lo único que le quedaba a estas alturas eran las mantas. Tomando las mismas con sus frágiles manos, se cubrió con ellas para "esconderse".

Reich estaba consciente de que era una idea absurda pero lo único que quería en estos momentos era no ver ni ser visto por la Urss. El taparse con una manta era algo de su infancia; cuando era pequeño y solía tener pesadillas siempre optaba por realizar dicha acción, puesto que bajo las frazadas sentía que estaba a salvo del monstruo que le perseguía.

Recuerda incontables ocasiones donde su padre, entró a su habitación  corriendo porque él lo llamaba a gritos por un monstruo que supuestamente lo quería matar.

Lo mejor de todo eso, es que su padre se ponía una de sus sabanas como capa y con voz graciosa decía "Yo soy el mejor caballero del mundo y no permitiré que nadie lastime a mi pirañita". Con solo esas palabras se olvidaba de lo ocurrido y reía con sus padre.

Lamentablemente, esos momentos donde su padre aparecía y lo rescataba eran muy contados, ese hombre que tanto amaba con todo su corazón la mayoría del tiempo estaba en su trabajo, sabía que era para que nada le faltace pero igual lo extrañaba.

En aquellos momentos, donde no se encontraba su padre, los cuales eran muy frecuentes, lo único que le quedaba era ocultarse bajos sus mantas y llorar hasta que sus ojos ardieran. Lo mejor que le podía pasar es que se durmiese después del llanto.

Esta situación no era muy diferente a cuando era niño pero lamentablemente ,el monstruo que estaba en la habitación en este momento no era producto de su imaginación, el cual se iría al despertar, sino que era uno de verdad....uno de carne y hueso que si lo lástima.

Y tristemente, en esta ocasión no estaría su "caballero amado" que lo protegería de cualquier daño o mal, como pasaba hace años.



























Notas:

Sorry, se que tengo tiempo sin actualizar pero he estado ocupada últimamente. Aparte de esto, les quería agradecer por el apoyo que le han dado a la historia, esto me motiva y apoya para seguir escribiendo..... Gracias 😊

También, he estado trabajando en una nueva historia, así que, como recompensa por la larga espera la publicaré en el transcurso del día de mañana.

Siendo honesta, esté capitulo no me gustó del todo pero les prometo que para el próximo me esforzaré para que sea mejor. Si tienen sugerencia u opinión, con gusto se las aceptaré.

Muchas graciasssss

Bajo tus órdenes Countryhumans  ( URSS X Reich) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora