Bajo tus órdenes Countryhumans ( URSS X Reich)

3 (Parte 1)

En ese desolado sótano se encontraba una figura temblorosa, y no por el frío, envuelta en mantas en la esquina más oscura del lugar.

Esa pobre criatura no era más que el peor asesino del mundo, Third Reich, quién se encontraba abrazandose a si mismo para calmar su terrible dolor. Con solo acercarse se podía apreciar que su cuerpo entero estaba lleno de moretones violetas, rasguños a carnes viva y mordidas profundas.

De entre sus piernas se deslizaba un fluido empezo que manchaba el piso, era su sangre combinada con el semen de aquel  que lo utilizó sin piedad alguna, y eso solo lo hacía querer vomitar. Y de su garganta solo se podían oir quejidos lastimeros que eran acompañados por las lágrimas saladas de sus hinchados ojos.

En ese momento solo quería desvanecer, quería cerrar los ojos y no abrirlos nunca más pero cuando lo hacía la imagen de lo antes sucedido se volvía a repetir en su mente , al igual que una grabación. Volvía a sentir a piel viva cada roce, cada mordida, cada lamida y cada golpe, es como si su mente deseara romperlo más de lo que ya estaba.

Ese dolor que sintió solo momentos atrás volvía a hacer presencia y cada vez se hacía más fuerte, ocasionando una opresión en su pecho que solo podía drenar con lágrimas porque ni gritar podía, su garganta estaba muy lástima de tanto pedir por piedad y tenía miedo que sus gritos atrayeran al sujeto que juraba a hacer de su vida un infierno.

~~~~~~Unas horas atrás ~~~~~~

Después de un pasado tiempo y de varios intentos frustrados por dormir, Reich se limitó a esperar que fuera de mañana. Luego del pasar de unas horas se podía apreciar por la ventanilla de la habitación los rayos del Sol que indicaban un nuevo día.

En es momento el sótano se volvió por breves minutos un poco más cálido y eso le dió un pequeño alivio al ario. Poco a poco su cuerpo se fue calentando por los rayos matutinos y eso le permitió mover sus extremidades más fácilmente, la sangre que poseía en sus venas ya no circulaba bien por el frío y le provocó por toda la noche dolores y calambres graves.

Por un momento sintió paz y tranquilidad después de todo el estrés que le generó la guerra, pero eso no le evitaba pensar como estarían sus pequeños retoños a manos de los aliados y si estuvieran pagando por sus horribles actos. Su burbuja de pensamientos se volvió dispersa por la intromisión del soviético al lugar y todo lo que llegó a sentir se fue a la basura, siempre tienes  que cagar todo, verdad Urss?.

Ni siquiera me darás los buenos días?-- Comentó el soviético con una risa burlona en sus labios-- y pensar que te creía educado pero tal parece que no es así.

Esos comentarios fueron ignorados por el nazi, que en ningún momento volteó la mirada hacia el eslavo y la mantenía fija hacia la ventana, no tenía la disposición y la voluntad de dañar su audición con la desagradable voz de ese hombre. La Urss al ver que estaba siendo ignorado cambió su rostro divertido a unos serio y sombrío, él detestaba que no le prestarán atención ni siquiera sus hijos lo hacían y, había trabajado muy duro en su reputación para que no lo tomarán encuenta, no pensaba soportar tal niñería por parte del alemán.

Con pasos firmes se acercó a donde se hallaba Reich y con toda su furia le tomó la mandíbula para que le mirara-- No se si recuerdas en que posición estás ahora? pero te aviso que no es una buena y no querrás que te la recuerde- Con cada una de las palabras que utilizó se aseguró que se notará el veneno que había en ellas, quería intimidarlo, quería amenazarlo, quería destruirlo, quería que él fuera su peor pesadilla, él quería que fuera .... su juguete favorito.

Sin embargo, sus palabras no tuvieron el efecto deseado; en vez de hacer temblar a Reich de pánico absoluto provocaron que sus ojos brillasen y, al igual que los rubíes más exóticos del planeta, una furia surgiera de su interior, dando como resultado que le escupiese en toda la cara a URSS. Tras hacer eso el ario formó una sonrisa enorme, donde se veía cada uno de sus característicos dientes afilados y reflejaba el orgullo de su cometido, pero desapareció de inmediato al ver el rostro del soviético.

En su cara se podía observar que su único ojo sano tomó un brillo demoníaco y hasta el aura del lugar cambió a una más densa, la URSS era un demonio en carne y hueso que cuando se enojaba destruía todo a sus pasó y Reich lo sabía. Sin dale tiempo de pensar el gran ruso se le abalanzó y comenzó a golpearlo con odio puro, no obstante, el alemán no se quedaba atrás; mordía y rasguñaba cual perro rabioso con tal de causar daño alguno.

Entre uno de sus golpes desesperados por defenderse, Reich logró atinarle una patada en el estómago a la Urss que le sacó todo el aire. Mientras que el soviético se recomponía el alemán aprovechó la oportunidad para tratar de huir, corría lo más rápido que sus piernas le daban y cuando estaba por llegar al pie de las escaleras para comenzar a subir fue tomado del brazo.

Bruscamente fue echado a una de las sucias paredes que se encontraba al lado de las escaleras, tan cerca estaba de su libertad y fue atrapado otra vez, y para que no se escapara el soviético utilizó su fornido y enorme cuerpo para acorralarlo por completo.Reich para tratar de liberarse se retorcía frenéticamente pero mientras lo hacía su cara y su cuerpo quedaban más pegados a la pared, la URSS se iba acercando cada vez más a él por cada movimiento que realizaba y, por lo tanto, lo arrinconaba sin salida alguna.

Llegando a tal punto en  que el aliento del soviético chocaba con la nuca del alemán, causándole escalofríos al pobre. Poco a poco el ruso fue subiendo su rostro y cuando sus labios llegaron a donde se encontraba la oreja del contrario, se limitó a morder el lóbulo y a decir con voz profunda:

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Creo que necesito ponerte en tu lugar, Mi querido Reich.