~07~

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Cianea.

—Hija, ¿cómo te fue en el evento?

Había llegado a mi casa, con muchisimo cansancio. Mis padres se encontraban en la sala, ambos metidos en sus asuntos.

—Muy bien, papá —si obviamos el echo de que casi muero, por supuesto.

Subí a mi habitación después de haberle dado un beso a cada uno, dejé caer mi bolso en el suelo y me tiré en la cama con el estomago revuelto.

Desde ahora me sentía así, desde que Bucky me había dicho aquellas palabras: «...fue más que un honor tenerte en mis brazos»

Tomé una almohada cubriendome con ella la cara, sentía mis mejillas cosquillear, seguramente me había puesto roja.

—¡Cielo, a cenar! —llamó mi madre desde la primera planta.

—¡Voy!

Me quité la almohada del rostro y suspiré. Debía actuar normal, porque no me estaba comportando como tal.

Algo me estaba haciendo Bucky que me tenía así. Pero una duda se me cruzó por la mente ¿Y si me estaba empezando a gustar?

—¡No! —me senté abruptamente en la cama, negandome a esa idea.

—¡¿Qué sucede, cielo?!

—Ah... ¡Nada, mamá!

—¡Bien! ¡Baja ya!

Seguí pensando, desobedeciendo a la orden de mi madre. 

—Bucky no podía gustarme —pero ¿por qué no? Me debatí en un pensamiento. 

Aunque tenía razón ¿Por qué no debía? Él no tenía novia y era un buen partido, era decidido, audaz, capaz, nos entendíamos muy bien, era muy agil como animador. Aunque si nos referiamos fisicamente... Tenía un buen cuerpo...

—¡¿Qué estoy pensando?!

—¡Cianea!

—¡Oh! ¡Ya bajo! —di un brinco de mi cama y me apresuré a bajar las escaleras repitiendome una y otra vez una cosa: Controlate o por lo que sientes podrían controlarte.


Al día siguiente, me encontraba con Addison y su amiga en la cafetería, en la misma mesa que siempre nos solíamos sentar. Toda la mañana había mantenido la cabeza gacha, cosa que no era normal en mí, en un intento de no mirar a Bucky.

—¡Vamos, Cianea! ¿Qué tienes? Sabes que puedes confiar en nosotras —volvió a suplicar la rubia.

—Sí, no es normal que estés así —agregó Bree—. Siempre tienes una mirada altiva e imponente, que admito que ha llegado a asustarme. Pero hoy, no dejas de mirar tus zapatos. Que por cierto, son muy bonitos ¿Dónde los comprastes? —Addison carraspeó para que se ella se callara.

Seguí en silencio, intentando no llevar mi inquieta mirada a la mesa de Bucky. Aunque sentía curiosidad por verlo. Ante ello, me reprendí internemente, no podía sentir aquellas cosas por nadie ahora, debía al menos terminar mis estudios... O eso suponía... Ni siquiera sabía por qué me impedía sentir esos sentimientos. No tenía excusas, sólo, por alguna razón, no quería sentir nada por nadie.

—¿Fue por lo del susto de ayer? —insistió saber Addison—. Te aseguro que eso fue muy preocupante, pero míranos, no nos pasó nada. Estamos bien. Levanta la cara. Agradezcamos que a ti te salvó mi primo y a mi me salvó...

¡Hola, estudiante! Soy la Directora Lee —empezó a hablar por los megáfonos de la preparatoria—. Como se habrán enterado, los estudiantes zombies pueden comer en la cafetería —todos empezaron a abuchear. Era obvio su desagrado por la idea—. ¡Ahg! ¡Superenlo!

Ante los ojos de un ególatra ~Bucky & OC~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora