~08~

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Cianea.

Addison había salido de la cafetería con mucha prisa, después de que los Acey's intercambiaran unas palabras con ella. Me preocupó, pero cuando tuve la iniciativa de ir tras ella, el zombie se me había adelantado.

—¿Tú crees que el zombie la seguirá? —me preguntó Bree, con notable angustia.

—No tengo dudas de que sí.

—¿Vamos por ella?

Duré unos instantes pensando. Se notaba que sí le gustaba el chico zombie y ella a él, y yo no podía evitarlo, sólo me quedaba apoyarla en su decisión y, si era un error, a ella le tocaría aprender de eso. Así que, tal vez si estaban un momento a solas, ellos se unirían un poco más. Y ahora que lo notaba, debíamos dejar esa tonta preocupación por los zombies, osea, llevaban muchas décadas sin comerse un cerebro humano gracias a la zombie-banda. Ya no eran un peligro o amenaza.

—No, démosle a Addison espacio para pensar. Ha estado un poco distraída últimamente —dije, llevando una crujiente tostada a mi boca.

Cuando había terminado el recreo, todos empezamos a salir de la cafetería. Bree me comentaba lo que verían Addison y ella en su próxima clase.

—Creo que la progamación no se me da. Deberían eliminar informática, es una materia algo absurda ¿Virus en computadora? ¿Cómo operar programas desconocidos? En Seabrook no hay alguien que quiera usar la computadora de otra persona ¡Todos tienen su propia computadora! Viene incluído en cada casa de la ciudad ¡Todo viene incluído en una casa de ésta ciudad! Yo cuando me mudé un poco más cerca de la preparatoria, la casa tenía todo, y era idéntica a mi anterior casa ¡Una copia exacta!

—Empezaste hablando de la materia de informática y terminaste hablando de la misma estructuración de las casas en Seabrook —dije mordiendo un ponquesito que no me dio tiempo de terminar en la cafetería.

—Ay, pero es que tienen relación.

—¡Cianea!

Al escuchar mi nombre, di una media vuelta y mi me llevé una sorpresa al ver quién me llamaba.

—Hola, hermosa.

—¿Qué quieres, Liam? —pregunté con irritación al chico rubio que siempre encontraba la manera de sentarse junto a mí en química y en muchas otras materias.

—¿Al final si haremos juntos el trabajo de química, hermosura? —preguntó ladeando su tonta sonrisa.

—No —respondí cortante—, ya te había dicho antes que no. Pero, si quieres, te lo vuelvo a repetir: No pienso hacer el trabajo contigo, Liam, y punto.

—Ay, me encantas cómo dices mi nombre, Cianea —se acercó un poco a mí, y yo coloqué mi dedo índice en su pecho para alejarlo.

—Espacio personal, por favor.

—Adelante, suplicame, amo cuando lo hacen —incitó de manera feroz.

—¿En qué momento ella te está suplicando? —dijo Bree en un tono de voz muy alto—. Ella sólo te pidió amablemente que te largaras.

—Pedir. Suplicar. Mhm... Me parecen lo mismo —apartó mi mano y se volvió a acercar, pero en eso sonó el timbre, anunciando la continuación de las clases—. ¿Te acompaño a nuestro salón?

—Voy a acompañar a Bree hasta su salón —entrelacé mi brazo con el de ella y ambas lo miramos con desagrado.

—Muy bien, hermosa —se acercó hasta mi oído y me susurró:—. Pero no te librarás de mí tan fá...

Ante los ojos de un ególatra ~Bucky & OC~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora