El Fantasma enamorado

Unas Semanas Largas

Ya era Lunes en la mañana, y Estados Unidos no estaba acostumbrado a desvelarse. Eran las 5:00 am y su padre entró a su habitación para despertarlo.

-levántate -
-ughh 5 minutos mas- se dio la vuelta para darle la espalda a su padre.
-vamos hijo, te enseñaré lo que es ser un maquinista - dijo animandolo el padre
-hmmm- dijo gruñendo el joven
-y entre tu y yo, después de terminar vamos por un helado ¿que dices?-
El americano se levantó aún sin ganas pero convencido por la oferta.

-ya sabía yo, vamos no tenemos todo el día -
El Estadounidense se levantó aún con la ropa del día pasado, se fue a bañar y se cambió igual de formal que todos los días, una costumbre que le dejó su madre.

Padre e hijo se fueron rumbo a la estación de trenes, ya que era el primer día de chico trabajando y su padre le enseñaría todo lo que tenía que saber.

México aún seguía dormida pero se despertó rápidamente al recordar que tenía que hacer el desayuno, se despertó y sin cambiarse las pijamas se fue a hacer el desayuno. Unos huevos con tocino para su padre y lo mismo para ella.

-Buenos días- dijo su papá aún con el remordimiento de la noche pasada.
-buenos días... -
Ambos se quedaron un rato callados, no sabían que decir, era incómodo a decir verdad.
España terminó su desayuno primero, dejó su plato y fue a tomar una pala, para seguir con su trabajo.
-México yo... - dijo el Español viendo a su hija tratando de verla a los ojos, pero su cabellera se lo impedía.
México espero...
-yo regresaré un poco tarde, nos vemos - dijo poniendose un sombrero y llendose de la casa.

México suspiro tomó los platos sucios y se puso a lavarlos, sería un día largo hasta que cayera la noche.

Estados Unidos e Inglaterra ya habían llegado a la estación, llena de humo y polvo.

-te mentí hijo- dijo volteando a ver al Americano
-¿no vamos a ir por helado?- dijo decepcionado el menor
-JAJAJAJAJA pareces un niño chiquito América - así le decia su padre.
-entonces? -
-no seras un gran Maquinista como yo, de la noche a la mañana hijo, empezarás como yo, desde lo más bajo. - dijo para abrazar del hombro a su hijo y llevarlo a una oficina.
- necesitas conocer a alguien primero América -
Los dos hombres entraron a la oficina donde se encontraba un hombre con franjas negra, roja y amarilla.

- hola, adelante-dijo el hombre que al igual que el Estadounidense tenía lentes.
Padre e hijo se acercaron, y se sentaron en los asientos que estaban enfrente del escritorio.
El hombre de cabellera negra los miró serio, tenía un semblante algo atemorizante, más bien, imponía respeto, tenia unos ojos sin pupila como la mayoría, y vestía de traje.

- hijo, te quiero presentar a Alemania - dijo Inglaterra
- un gusto- extendió la mano Alemania
- el gusto es mio, me llamo Estados Unidos - dijo nervioso el chico y apretó la mano del mayor.
- y digame señor Inglaterra... ¿Que necesita? - dijo viendo al de franjas.
- bueno... Vengo con mi hijo a que le den trabajo-dijo animado Inglaterra.
- de acuerdo... Pero esta consciente de que empezará desde lo más básico ¿no es así Estados Unidos? - dijo sacando un tabaco el de cabellera negra.
- c-concuerdo señor Alemania -
Alemania le dio un ojo al chico, no se veía en mala forma, quizás un poco enclenque, pero quizás la experiencia lo ayudaría.
- de acuerdo, solicito que firmes aquí - dijo sacando una hoja y un bolígrafo de su escritorio para entregarsela al Estadounidense.

El chico reviso la hoja y la firmó, le devolvió la hoja al mayor, y la sello.
- muy bien, empiezas hoy, toma una escoba y empieza a barrer el Anden- dijo Alemania aún fumando su tabaco.
- gra-gracias- dijo Estados Unidos para levantarse y marcharse del lugar.
- a sí espera-dijo Alemania antes de que se marchará.
- ve con Brasil, es un chico de tez verde lo reconocerás al instante, y dile que eres "el nuevo" el lo entenderá- dijo Alemania para luego sacar más papeles.
-entendido, gracias-dijo Estados Unidos para ya marcharse junto con su padre al trabajo.