𝙽𝚘 𝚜𝚎𝚛é 𝚞𝚗 𝚊𝚛𝚖𝚊. (𝚅𝚒𝚘𝚕𝚎𝚝 𝚡 𝙳𝚒𝚎𝚝𝚏𝚛𝚒𝚎𝚍).

Capítulo 4.

"Dramático"

Esa era la única palabra que definía lo que acontecía en aquel escenario.

Dietfried era consciente de que se encontraban en un teatro y, por ende, lo mostrado en él no podía tratarse más que de obras dramáticas o históricas que se tornarían un tanto exageradas en ocasiones. Sin embargo, esta obra le parecía incluso bochornosa. Aunque, en realidad, no le parecía una tortura en lo absoluto.

"Si tanto dicen quererse, ¿por qué demonios se está marchando a cumplir sus sueños solo?" - se preguntaba observando aquella escena de un hombre dejando atrás a su gran amor de su infancia para adentrarse a lo desconocido por cuenta propia.

¿No podía acceder y emprender tal viaje entre ambos? ¿O quizás el chico no la amaba tanto como profesaba y este se trataba de su intento por romper aquella relación?

Es sabido que en el camino habría problemas y peligros acechando, también que ese hombre tardará meses, quizás años, en volver en caso de que logre su objetivo. Si es que vuelve.

Dietfried soltó un quejido bastante discreto que pasara desapercibido por el resto, después de todo, algunos cuantos acompañantes lo observaban con ojos juzgantes a cada una de sus acciones y, a la vez, cuidaban que tales no involucraran a la rubia sentada justo al lado de él.

Dietfried miró a su lado, queriendo contemplar el rostro de Violet en un intento de descifrar si disfrutaba la obra. Giró su rostro apenas un poco, intentando no ser sorprendido. Mientras Violet miraba la obra con enorme interés, parecía incluso que se encontraba absorta en la escena.

Por un momento Dietfried se preguntó si estaba recordando a alguien mas mientras visualizaba dicho acto, lo que lo hizo sentir un tanto melancólico y molesto ya que la única persona que podría causar un impacto complicado en la chica no era nadie más que su difunto hermano; esa misma persona a la que él añoraba tanto.

Bajo la mirada un poco complicado con sus propios sentimientos.

A pesar de tratarse de un hombre de mentalidad inquebrantable y carácter aun mas rígido, últimamente había experimentado aquella experiencia llamada inseguridad. Claramente no se estaba percatando de ello hasta que llegó este momento, lo cual lo hizo preguntarse desde cuando se había vuelto una persona así. 

Al final, decidió no sobre pensar demasiado las cosas, ya que no era sano ni para su calma ni para su juicio.  

Elevó la vista de manera certera, girando levemente la vista en dirección a Violet que seguía absorta en la historia que se plasmaba sobre el escenario de madera vieja entre los telones rojos que ayudaban a resaltar la visión de la escena.

La vista de los ojos relucientes de emoción de Violet, le parecieron enormemente incomparables en comparación a aquella escena llevada a cabo entre telones finos y luces centellantes.

Le traía cierta calma, le llenaba el pecho.

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Si hubiera algo que pudiera describir el ambiente, seguramente se asemejaría mucho a la palabra tensión. Si no se podía definir de esa manera, entonces solamente restaba una opción: rechazo.

Benedict, el cual había estado al tanto de cualquier movimiento y comentario de Dietfried durante toda la salida, ahora mismo se encontraba atravesando su silueta con la mirada como si Violet no fuera nadie mas que su hermana pequeña a la que debía proteger a muerte.

Por esta razón es que Dietfried se ha mantenido callado durante esta cena de celebración a la que fue invitado cordialmente por Erica, pues la chica recibió una opinión muy amable por parte del ojiverde.