Capítulo 25.

522 65 1
                                    


-¿Podrías parar de ignorarme? - Tomé bruscamente a Jisung del brazo. El chico rodó los ojos con aparente fastidio -

-Voy tarde a la clase de economía.

-Yo también voy tarde a mi clase. - Reproche -

-Bien. Entonces ve a clases y no sigamos perdiendo el tiempo. - Me sentí realmente ofendido al escuchar eso, su expresión neutra -

-¿Qué te pasa? ¿Hice algo que te molestó? Jisung, tú no eres así, deja de comportarte de esa manera. - Los labios del chico temblaron, sabía que algo pasaba -

-Me tengo que ir. - Jisung se zafo de mi agarre sin esperar una sola palabra. Me encogí de hombros, una opresión muy conocida para mí empezó a aparecer en mi pecho . El timbre sonó, era nuestra primera clase, Jisung llevaba días comportándose raro -

Dejé de mirar mis zapatos, y me encontré con la mirada de Haruto. Al principio no reaccioné rápido, pero luego de unos segundos que él bajó su mirada, grité de inmediato.

-¡Haruto, ven acá! - Y como si había presionado alguna clase de botón, el chico salió corriendo, corrí también tratando de alcanzarlo. ¿Qué le pasaba en éstos días a todos? Estaba siendo completamente ignorado sin saber porqué -

Quería recopilar para tratar de entenderlos, pero por más vueltas que le diera al asunto, no comprendía nada, primero porque no recuerdo haber dicho nada malo, segundo porque ninguno de ellos era así, ellos no escapaban de los problemas, sólo Jeno, y él dió una buena excusa al decir que estaba ocupado con las tareas.

Mis pulmones empezaron a arder después de unos minutos, por lo cual mis pies empezaron a perder fuerza también hasta que llegó un momento que me detuve, con una mano en mi estómago tratando de recuperar aire, mi ceño fruncido, mi garganta se encontraba muy seca.

-Eres un... - Ninguna palabra pudo seguir saliendo pues una tos me invadió. Cielos, debería hacer ejercicio, me estaba cansando muy rápido. Miré mi reloj, llevaba cinco minutos de retraso, y conociendo a mi gruñera e insoportable profesora de matemáticas, me dará todo un sermón -

Tomé todo el aire que pude en cuestión de segundos para luego echarme a correr de nuevo, sólo quedaban pocos días para graduarme, quedaban muy pocos, no entiendo porqué los profesores nos hacen seguir viniendo.

Toqué la puerta desesperadamente, y no pasó mucho tiempo para que ésta se abriera, el ceño fruncido de la profesora me hizo tratar duro, su mirada que me enteraba mil cuchillas me hizo hacer una reverencia temblando.

-Llegas tarde.

No me diga.

-¿Se te pegaron acaso las sábanas al cuerpo? - Hice mu yo esfuerzo por no rodar los ojos. Y al parecer tenía un poco de suerte, pues la profesora dio media vuelta y me dejó pasar, era raro que no me había gritado muchas cosas en la cara -

Alcé un poco mi mirada tratando de buscar a los personas que me importaban. Y me sentí realmente confundido al verlos sentados a los dos juntos, si hasta hace unos meses ellos se odiaban a muerte. Haruto y Jeno eran raros, tenía pruebas y cero dudas.

Necesitaba concentrarme en la clase, ellos realmente me ignoraron olímpicamente sin darme una mínima mirada. Estaba bien, yo también sabía ignorar.

Solté un bostezo cerrando brevemente mis ojos y éstos llenándose de pequeñas lágrimas debido al cansancio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Solté un bostezo cerrando brevemente mis ojos y éstos llenándose de pequeñas lágrimas debido al cansancio. Me tumbé en mi pupitre, escuchando como todos los estudiantes salían apurados, la mayoría con cansancio.

Hoy era el último día de clases. Sólo faltaba esperar la graduación. Mis ojos se sentía pesados, mi cuerpo parecía que le había pasado un camión encima, mi nariz dolía. ¿Tal vez iba a enfermar? Podría ser por la fría brisa de la playa que me hizo enfermar, llego a ser delicado.

—Jaemin~ — Canto con voz dulce Jeno, una mueca salió de mis labios, ellos eran tan bipolares, Jeno no me había hablado en todo el día, o tal vez yo también no tuve tiempo, pero era extraño — Sé lo que piensas, pero sólo sígueme, y ponte ésto.

El chico extendió un pañuelo negro, frunció un poco el ceño, pero en realidad estaba muy cansado para discutir, así que supuse que tenía que colocarme lo en los ojos, y así hice. Luego sentí como Jeno me tomaba de las mando para montarme en su espalda, tambalee un poco debido a la sorpresa, pero después de tener acomodo dejé caer mi cabeza en su espalda, de verdad tenía sueño. Solté un estornudo.

—¿Te sientes bien? Estás un poco caliente.

—Estoy bien. Dime, ¿Qué es esto?

—Una sorpresa. — Su voz con tono tierno me hizo reír — La idea no era ignorarte, sino que luego nos ibas a descubrir.

¿Nos ibas a descubrir? ¿Tú y quién más?

—¡Es una sorpresa, Nana! — Solté otra pequeña sonrisa, pero luego volví a estornudar — Bebito, estás enfermo, esto no estaba en mis planes.

Cerré un momento mis ojos, no quería dormirme, pero a ese paso, la espalda de Jeno se sentía cómoda.

—¡Ya llegamos, no te duermas! — Jeno me bajó de su espalda, para luego tomar mis manos, dejando un casto beso en cada una, haciéndome sonrojar, era extraño todo ésto —

Caminé con un poco de miedo de resbalar, todo estaba en silencio, y de repente todo estaba muy oscuro, más que cuando tenía la venda. La venda fue deslizada por mis ojos, las luces se prendieron, y escuché de repente unos gritos.

—¡Sorpresa! — Pegué un brinco abrazando a Jeno — ¡Feliz cumpleaños, Jaemin!

¿Cumpleaños?

Parpadee un poco para caer en la realidad, ¡Hoy era mi cumpleaños! Mis ojos se llenaron de pequeñas lágrimas, estaban todos mis amigos ahí, ¿Cómo es que no me había dado cuenta?

—¡Jaemin, ridículo, no llores, que lloro! — Solté una carcajada al escuchar decir eso a Jisung — Disculpa por ignorarte, es que si no lo hacía no me iba a aguantar a decirte, y se iba a dañar la sorpresa.

Solté otra risa, Jisung no era bueno guardando secretos.

—Jaemin~ feliz cumpleaños pequeño. — Haruto me estrujo entre sus brazos, luego vino la pareja, Jaehyun y Ten, todo era tan perfecto, que a pesar de que estábamos cansados, lo importante era su intención —

—Traje pastel, ¡Mucho pastel!

Sí, para mí todo era perfecto.

—Feliz cumpleaños, Jaeminie.... — Me sentí realmente avergonzado cuando todos vieron como Jeno me dio un beso. Como dije, ¡No me acostumbraba! — ¿Te sigo pareciendo idiota?

—Sip, sólo que no tanto. — Los dos nos reímos, y parecíamos sólo nosotros —

¿Cuánto había anhelado ésto?

¿Cuánto había anhelado ésto?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Teoría del Amor NOMIN(ADAPTACION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora