Teoría del Amor NOMIN(ADAPTACION)

Capitulo 2

Jisung me miró con el ceño fruncido al verme entrar entre quejidos a nuestro cuarto. Sí, nuestro, pues Jisung es mi compañero de cuarto, desgraciadamente. Nunca había conocido a alguien tan ordenado, chillón, y enamoradizo.

—¿Qué te pasa ahora? — Preguntó con algo de aburrimiento, pero sin su tono desinteresado —

—Nada que te importe, estúpido. — Escupí. Dejé caer mi cuerpo en la cama haciendo que mi cuerpo rebote un poco sobre ésta — ¡Iuhg!

—Ya Jaemin, si no me vas a decir que tienes, entonces cállate y déjame jugar. — Iuhg, que estrategia la de Jisung —

—Presiento que me gusta alguien. — Dejé que la mitad de mi rostro se asomara a ver a Jisung, éste pestañeaba dura y lentamente —

—¿Hyung gustarle alguien? — Comentó con duda. Sí, yo, gustarme desde hace meses que entré en esta universidad un chico — Debe ser perfecto el chico para que te guste.

Solté una risa amarga, ¿Jeno perfecto? Jeno era más que perfecto, como un beso profundo entre ángeles, sí, así de perfecto y lindo.

Agradecía que Jisung aceptaba que yo gusto de los chicos y no reprochaba nada, me apoyaba como buen amigo que es.

—Exageras. — Comenté cerrando mis ojos, ni siquiera de tanta flojera que tenía, quería quitar mi uniforme, aunque mi corbata me estorba —

—Como sea, algún día me lo enseñas, y ten confianza, después de todo, eres guapo — Sonreí por tal alago, aunque los recibía a menudo — Aunque no más que yo.

Rodé los ojos, claro, ese tipo de comentarios no podían faltar de parte del. Ya se me hacía extraño tanta amabilidad de parte del.

—Jisung, ¿Te gustado alguna vez alguien muy cercano, pero tienes miedo de decirlo por perder su amistad? — Jisung cerró su libro y soltó un suspiro sonando agotado —

—Más de la mitad de la universidad me ha gustado, hyung, más nunca me gustaron mis amigos, era como una regla que me tenía puesta. — Asentí con desilusión — Pero, un día rompí esa regla, me gustó uno de mis hyung.

Fruncí el ceño y me levanté de la cama para posicionar mis piernas en forma de indio. Jisung volvió a soltar un suspiro y dejó el libro que tenía en sus manos, en la mesa de su lado.

—Más mi hyung nunca me va a corresponder. — Sonrió triste. Por alguna razón, también sentí tristeza, vamos, tampoco soy de piedra, también tengo sentimientos — Mi hyung le gusta otra persona.

—¿Quién es él? ¿Lo conozco? — El chico asintió y dejó que su mirada se perdiera en alguna parte del suelo —

¿Debería abrazarlo? Bueno, eso hacen los amigos, más a mí no me gustaba que me tocaran, y no sabía si pasaba lo mismo con Jisung.

—Hablemos de otra cosa, no es el fin del mundo, es sólo un rechazo a muchos más que vendrán. — Lo miré con duda, Jisung llevaba dos meses que no salía con nadie. ¿Era sólo un enamoramiento? —

Debería empezarme a preocupar más por Jisung, yo más que nadie sabía lo que era un amor no correspondido.

Teoría dos: cuando una persona no se siente bien sentimentalmente, lo mejor es recibir apoyo y que un desconocido la escuche, pues se entra más en confianza con un desconocido que con alguien cercano, tal vez porqué pensamos que no lo volveremos a ver y él no nos conoce para juzgarnos.

—Anda. — Traté de darle ánimos a Jeno, pero éste se negaba y entraba en pánico — Si no vas tú, llegará otra persona a consolarla.

Jeno me miró con más pánico de lo que ya tenía, tomé sus manos entre las mías y le brindé una sonrisa tratando de darle seguridad.

—Yo estaré aquí, esperándote siempre. — Mis palabras habían salido más como alguien enamorado, a como un amigo tratando de apoyarlo, más agradecía que Jeno no lo haya notado —

Jeno sonrió apenas y asintió para luego darme la espalda e ir a aquella chica que estaba llorando en las escaleras que daban al parque.

Metí las manos en mis bolsillos y me quedé un rato, haciendo lo que le prometí a Jeno, observarlo queriendo que nada malo sucediera, porque después de todo, si Jeno era feliz, yo también, ¿Por qué? Porque yo soy su amigo, un amigo debe apoyar al otro.

Y me hubiera gustado decir eso en voz alta sin llorar, más como siempre, eso quedaba ahí, sólo en mi cabeza, al igual que un día ser correspondido.

Jeno tomó asiento al lado de la chica, y pasaron alrededor de cinco minutos así, hasta que la chica dejó caer su cabeza en el hombro de Jeno, sonreí apenas. Jeno pasó su brazo por encima de los hombros de la chica y los dos observaron las estrellas, una escena muy linda para cualquier persona que se la imaginara, más para mí, era esa escena donde te muestran, que yo no iba a ser más que su amigo.

Una especie de puntada se instaló en mi pecho, más no, no iba a interrumpir esa hermosa pareja que estaba floreciendo en un futuro, yo sólo sonreí, y solté un suspiro ahogado, tomé un caramelo que tenía en mi bolsillo y lo llevé a mi boca, para luego irme, mi trabajo del día de hoy había terminado, ahora era momento de darle su espacio.

¿Algún día significaré algo más para tí?