𝗟𝗢𝗟𝗜𝗧𝗢𝗣𝗟𝗔𝗬𝗦 𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦

10

— 𝗦𝗮𝗻𝗴𝗿𝗲 𝗣𝘂𝗿𝗮  —

𝗛𝗮𝗿𝗿𝘆 𝗣𝗼𝘁𝘁𝗲𝗿 𝗔𝘂!
𝗦𝗲𝗴𝘂𝗻𝗱𝗮 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗲

"A veces, es lo que no pasa, señor Potter."

Lolito seguía pensando en eso. Lo que no pasa. Su varita no era muy impresionante a simple vista, era larga y tenía un aspecto sólido, de un marrón bastante común y sin ningún grabado particular, pero, según Ollivander, una varita como la suya no aceptaba a cualquier persona. No sabía que significaba eso exactamente, pero, en todo caso, esperaba que no fuera algo malo.

Con la mano izquierda, fue arrastrando los dedos por los tomos de los libros que estaban en las estanterías. Ahora que se sentía relativamente mejor (El dolor de cabeza continuaba, pero al menos había una cosa menos), tuvo tiempo de detallar más todo lo que le rodeaba, aunque de todas formas seguía sin sentirse impresionado, como si lo que viera, a sus ojos, siguiera (Aún después de todo) siendo una película barata de la que no formaba parte.

Hasta ahora, lo más interesante que Lolito había encontrado en esa tienda abarrotada de libros (Más que una tienda con libros, parecían libros con una tienda) habían sido su variedad de títulos y plumas. Hasta ahora había encontrado plumas que funcionaban con sangre, plumas comestibles, plumas que escriben solas, plumas que escriben de colores (y de colores), sin embargo, lo que más le había impresionado no eran las plumas (Aunque la personificación era increíble, a Lolito le costaba comprender porque alguien necesitaría una pluma que utilizaba su sangre como tinta), sino como no había ni un lápiz o, en todo caso un bolígrafo, en ningún lado. Le daba la sensación de ser contraproducente.

Luego estaban los libros. Había libros que trataban sobre Animales Mágicos, y otros que eran básicamente clasismo disfrazado de revista popular³². Lolito ahora se dedicaba a encontrar un título que superará a  "Análisis de la posibilidad de invertir los efectos físicos y metafísicos de la muerte, con especial reintegración de la esencia y la materia física y no física". Agachándose sobre una pila, pensó que lo encontró:

— Libro Gritón. — Dijo. Había algo que le decía que si lo abría, el libro iba a gritar, y, aún así, cuando lo tomó y, efectivamente gritó; se asustó, cerrándolo de golpe con las mejillas rojas de la vergüenza. Para su suerte no había muchas personas en el lugar, así que, si alguien había ido a revisar después de eso, él ya estaba lo suficientemente concentrado en otro libro al otro lado de la tienda para que lo notarán. Suavemente pasó a la siguiente página, revisando con aparente interés un libro sobre ¿Cuadithsss...?

— ¡Oh! ¡Ahí estás! — El alfarero caminó lentamente hasta llegar a él, acunando un montón de libros en sus brazos. Su cabeza se inclinó, apareciendo detrás de un viejo tomo de "Hechizos de la A a la Z ". — ¡Oh! ¡Quidditch através de los tiempos! ¡Amo ese libro! ¿Lo quieres comprar?

Lolito no respondió, problamemente porque no le dió ni tiempo a pensar cuando él ya había agarrado el tomo de sus manos, dirigiéndose otra vez a la caja. Un regalo de su parte, había dicho. Lolito pensó que los regalos tenían que interesar al remitente, de cualquier forma.

La siguiente parada fue Madame Malkim's. A Lolito le agradó Madame Malkim.

Mientras anotaba las medidas iniciales, le preguntó: "¿Faldas o pantalones, cariño?" Lolito le respondió que ambas estaban bien, en todo caso. Ella le sonrió.

Ahora, con una cinta de medir sujetándolo por todos lados sin ninguna ayuda aparente, Lolito observó su reflejo. Detrás de él, el tipo triste le observaba.

— ¡Oh! Lo siento. — Él sonrió, rascándose la nuca. Carraspeando, volvió a verlo. — Solo estaba... Recordando algunas cosas.  — Lolito lo observó fijamente y él le sonrió con calidez, está vez pareciendo menos un tipo triste incomodo y más un tipo triste sin más. — ¡Aquí fue donde conocí a mi primer amigo! — La sonrisa tambaleó.— Bueno,  en realidad no era mi amigo. No es mi amigo. Es... Complicado. — Él alfarero se rasco la nuca, incómodo. Lolito, por su parte, solo esperó que cerrará la boca. No tenía especial interés en saber si follaba (O con quién lo hacía, en todo caso), muchas gracias. Sin embargo, luego de mirar a la nada fijamente (Sin expresión alguna) durante un tiempo, él volvió a sonreírle, hablando otra vez. Si Lolito tenía un tornillo suelto, entonces este tipo tenía como 20.— De cualquier forma, fue justo en ese banco donde yo estaba ese día, y él del otro lado, y me preguntó: "¿Sabes en qué casa quieres estar? Yo voy a Slytherin, por supuesto, toda mi familia ha estado allí" — Y luego empezó a hablar sin parar. Haciendo voces extrañas y caras raras mientras le contaba sobre su primer viaje a Madame Malkim's. Lolito dejó de escuchar cuando empezó a despotricar sobre una piedra filosofa, un perro de tres cabezas y un rubio.