Capitulo 11

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–___, saldré por unas hierbas especiales de esta zona –tomó unas mantas que había comprado en algún momento de la mañana.

___ asintió, para ver como la hashira salía de la habitación dejándola sola nuevamente con la muchacha. Aun no despertaba, pero estaba segura que pronto lo haría.

Se preguntaba si ella podría ser familiar del hombre que habían visitado. Frunció el ceño recordado la promesa que le hizo, intento cumplirla y vaya que lo intento, pero fracaso, le frustraba tanto.

Abrió el shoji que daba al patio para poder obtener un poco del aire fresco de la mañana.

Sintió como este penetro sus fosas nasales y recorrió todo su organismo hasta llegar a sus pulmones. Ella seguía ardiendo, lo había estado desde hace mucho tiempo, tanto que no recordaba cuando comenzó a hacerlo.

A pesar de haber descansado bastante bien a decir verdad, sentía una pesadez en su cuerpo, siempre se sobre exigía, no podía controlarlo...

Pero sentía como poco a poco le comenzaba a afectar.

–ugh... –un quejido la hizo voltearse, parecía que por fin despertaba la chica –¿Dónde estoy? –apenas se escucho su carrasposa voz por la falta de líquido.

–Estas a salvó, derrotamos a los demonios ya no corres ningún peligro –___ se acercó para ayudarle a sentarse.

Sirvio un poco de agua para la mujer y está la tomó en seguida. Mientras pudo observar sus confundidos ojos morados.

–...Dónde están mis primas?, ¿Ellas también están bien? –no tardo en preguntar.

Sus preguntas cayeron como balde de agua fría sobre ___, ¿tenía familia consigo? Definitivamente nadie había sobrevivido más que ella.

–Son un par de mujeres casi de mi edad, sus nombres son: Kanna y Naoko. Dígame que están bien.

___ estaba helada, era la primera vez que daría este tipo de noticias y probablemente no sería la última. Trago duro para deshacer el nudo que comenzaba a formarse en su garganta.

–Ellas... no sobrevivieron... –Apenas logro articular. La muchacha frente a ella palidecio, era fácil identificar el peso de la noticia.

–...No...no, no, no. Usted no las conoce, ellas han de seguir vivas en alguna parte del bosque, debemos buscarlas, no puede... –___ poso su mano sobre su hombro para calmarla, la muchacha no pudo más que llorar desenfrenadamente.

–¡Maldición! Lo siento... Perdónenme, fue mi culpa –murmuraba entre jadeos, disculpándose como si pudiera ser escuchada por ellas –No debí ser tan inmadura.

La peli___ se mantuvo a su lado dándole algún tipo de consuelo, se le partía el corazón. No podía entender del todo su perdida ya que nunca había experimentado algo así, pero si empatizaba el dolor que sentía.

Una mezcla de emociones se dibujaba en el rostro de la chica, ira, tristeza, frustración...los nudillos de sus dedos se volvían blancos ante la presión que estaba haciendo con sus puños contra la sabana.

Parecía estar recordado todo lo que pasó.

–Esos malditos... comerciantes, si no fuera por ellos jamas habríamos estado en esta situación.

___ pareció confundida al escuchar el contraste de sus palabras.

–¿A que te refieres? –pregunto desconsertada.

–Ellos han arrazado con todo, sus tiendas modernas y productos, se han robado todo el comercio que nos quedaba a nosotros los pequeños vendedores. Gracias a ellos mi familia ha estado pasando hambre y por ello discutí con mis primas, me enoje tanto que me adentre al bosque a despejar mi mente...

Se Solamente Mía (kyojuro Rengoky X Lectora)||en Publicación||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora