Se Solamente Mía (kyojuro Rengoky X Lectora)||en Publicación||

Capítulo 5

Su paso era lento, el camino ya era corto. La pilar ya estaba muy cerca de su hogar, había cumplido la misión con éxito. No había ninguna baja y todos los heridos fueron sanados.

Por su mente pasaban muchas ideas y pensamientos entorno a la joven chica que estaba en su finca,  sabía que ya no podía impedirle ir a misiones. Estos días lo había hecho y era por el bien de la joven. Había estado bastante herida y con la terquedad que está mostraba, sabía que una vez le asignarán una nueva misión esta partiría en seguida, por lo que tuvo que mentirle para que pudiera descansar el tiempo necesario.

Debía admitir que el espíritu de pelea que emanaba de la chica era bastante fuerte, mucho más de lo que otros cazadores novatos.

Si le daba un buen entrenamiento seguro pronto sería una gran hashira, no podía perder la oportunidad de pulir el potencial de esa piedra embruta, sin embargo también pensaba en lo joven que era la fémina, no podía evitar pensar en el constante peligro que pasaría la chica.

____ podía vivir una hermosa y larga vida si decidía alejarse del camino de los cazadores. Aunque perdiera la oportunidad de ser una gran guerrera, al menos viviría alejada de todo el peligro y el remordimiento que algunos cargaban al no poder salvar a quienes depositaron su fe en ellos.

Pero eso no era decisión suya, solo la joven podía decidir que camino quería tomar y era evidente que ya había tomado uno.

Realmente le había agarrado cariño a la chica, era realmente atenta y de alguna forma le recordaba a su hermana…

Estaba tan sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta que ya estaba frente a su finca.

Una alegría invadió su cuerpo, ya estaba en casa.

Las niñas de la finca salieron a su encuentro, cada una la saludo con debido respeto a la pilar.

—¡Bienvenida kocho-sama! —la saludaron las tres pequeñas.

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Un par de días despues:

—¡Por favor kocho-san! Le prometo que ya estoy bien, puedo ir con usted.

La chica seguía insistiendo. Llevaba toda la mañana  intentando convencer a la dueña de la finca para que le dejara acompañarla en su próxima misión.

Y como siempre la pelinegra con puntas moradas, se mantenía firme para no ceder ante su persistencia.

Pero esta vez estaba logrando convencerla.

—¿Siii? —su rostro mostraba una gran sonrisa suplicante. Provocando que la mayor solo suspirara en son de derrota.

—Está bien, puedes ir, pero prométeme que no te separas de mi y no peleará por tu cuenta. Solo si yo te doy la orden —dijo autoritaria.

—Mataremos muchos demonios —se fue celebrando y claramente ignorando a la mayor.

—Esto será bastante complicado —dijo para si misma la de ojos morados.

No tardo en llegar el día de la misión, ___ ya había terminado todas sus tareas y hasta había estado entrenando.

Estos días casi no tuvo pacientes, todos se curaron y marcharon de vuelta a sus hogares, incluyendo a él animado rubio que siempre le daba animados saludos cada que entraba a su habitación y también le hacía cumplidos de vez en cuando. Han habido otros heridos pero la mayoría de casos eran poco graves; Con un chequeo rápido y un par de medicamentos al igual que instrucciones, estos podrían irse en seguida. Como no era mucho, los kakushi se encargaron de realizar todo eso.