La niñera (BRANGIE)

7- ¿Son chupones?

Angie la última prenda de su acompañante y la retiro, tomó sus caderas y la dejo en la cama bajo de ella, su acompañante no s quedó quieta y comenzó a quitarle mejor dicho arrancarle la ropa a Angie, los besos seguían en toda la habitación, y quizás cinco años no bastaba para olvidar todo.

Angie miraba el techo de su habitación, aún estaba desnuda y pensando en lo que acababa de hacer, no se sentía como antes, ya nada era como antes, todo terminaba siendo una auténtica locura escuchó la regadera cesar su ruido, y de todo hacía la almohada para fingir estar dormida aún.

—An— La chica intentó moverla luego de estar vestida —An— Ella fingió despertar —¿Podemos hablar?

—Claro— Se incorporó en la cama y se tapó con las sábanas —Será mejor que me vista— Se levantó.

Se vistió delante de su acompañante con ropa sencilla, solo un shorts y una camiseta y regreso a su cama, miró la cara de arrepentimiento de su acompañante y sabía lo que iba a decir.

—Si te sientes mal por hacerlo, y no lo quieres repetir lo acepto— Angie hablo primera.

—O sea, no me arrepiento— Lu intentó explicar y soltó el aire en sus pulmones —Pero no sé si fui yo, estaba muy confundida cuando te vi en el bar quiero decir estas igual de hermosa que antes, y pensé que quizás ya no sentías nada, pero verte celosa por mi novia me hizo pensé que aún sentimos algo, y...

—Tu mejor manera de averiguarlo fue acostandote conmigo— Angie sonrió —Pues déjame decirte que lo lograste.

—An yo... No quise es decir si quise pero— Angie la interrumpió.

—Mira Lourdes, no tengo problema contigo estaba igual de confundida también pensé que las cosas iban bien y me presentas a la otra perra— Lourdes no pudo evitar reír — Pero ya nos acostamos, vimos que nada es como antes, ahora solo seamos adultos y solo nos veremos para asuntos de la marca ¿No crees?

—No era mi idea, pero si quieres— Lourdes suspiró —Te molestó que te dijera que no sentí lo mismo ¿Verdad?

—A ti te molesto que parara justo cuando ibas a llegar— Se encogió de hombros —Me da igual— La chica la empujó —Creo que todos reaccionamos mal cuando nos dicen que no sientes mal en el sexo.

—Ya Angie— La abrazó —Tengo que pedir un taxi ¿no es así?

—Si quieres te llevo, iré a buscar a Noah— Miró la hora en su celular y eran las 5 —Si, tengo que ir a buscar al terremoto.

—Para que te sientas bien, tiene mucho parecido contigo— Ella giró los ojos —Pero tranqui pediré un taxi.

—Bien me ire a cambiar.

Lourdes dejo la habitación, y Angie luego de soltar un largo suspiro, retiro su camisa y se colocó un brasier para luego elegir un par de zapatos, dejo su cabello suelto y eligió otra camisa con mangas, bajó las escaleras y justo el timbre sonó.

—¿Pediste un taxi o alguien te viene a recoger?— Le preguntó a la chica.

—No sé— Angie colocó la mano en el pomo y ella impidió que abriera —Espera— La besó, cuando el beso se iba a subir de tono de nuevo, se despegó —No creo que vuelva hacer, entonces una última vez.

—Te voy a demandar por acoso Lourdes— le advirtió con una sonrisa y abrió la puerta para ver a Brisa— Oh Bri ¿Que haces aqui?

—Hay un taxi allá preguntando por la señorita González, y...

—Ya me voy— Lourdes beso la mejilla de Angie y luego miró a la chica —Hey niñera, hola y chao— Salió prácticamente corriendo al taxi.

—¿Estás bien?— Bri preguntó.