La niñera (BRANGIE)

6- Damisela en apuros.

Brisa se encontraba en una exposición de arte, su clase había obtenido pases especiales para dicha exposición dónde varios de los pintores más famosos de la zona iban a presentarse, y entre ellos estaba el pintor favorito de Martina la mejor amiga de la chica.

—¿Crees que me firme su camisa?— Le preguntó señalando la camisa que tenía una foto del sujeto.

—No solo te la firmara, te dirá que estás loca— Le dijo su amiga y la abrazó —Ven vamos a sentarnos para la conferencia de prensa.

Las dos tomaron asientos, detrás de los familiares y personas invitadas, justo demandé de los periodistas y protegidos con seguridad, tenían derecho hacer preguntas sobre los cuadros que estaban viendo por toda la galería, los artistas fueron subiendo de uno en uno y entrevistados, algunos estudiantes se atrevían hablar, mientras Marti y Brisa solo observaban.

—Es ella— Brisa le habló a su mejor amiga distrayendo la de la entrevista —Mira, es Noah— Señaló al pequeño quien la saludaba.

—Oh por dios es hermoso— Marti dijo y justo la madre de Noah giro para ver a quien saludaba —Ella es el doble de hermosa, señor— Brisa la golpeó.

—Es su hija— Dijo y su amiga la miró sin creerlo —Noah es nieto de Ubaldo Velasco.

—Brisa y has hablado un momento de tu nueva jefa, y de todo lo demás, pero ya decir que es hija de mi pintor favorito, yo lo sabría y no es posible.

La conferencia paso tranquilo, y alos estudiantes les dieron unos minutos más para volver a ver las pinturas antes de irse, mientras Brisa y su mejor amiga veian unas de las pinturas de Ubaldo cuando Noah llegó.

—¡Brisa!— La abrazó por las piernas.

—Super N— Ella se arrodilló para colocarse a su altura —¿Que haces aquí?

—Mamá te estaba buscando para saludarte y yo te ví, así que corrí.

—¡Noah!— La voz de Angie hizo que los tres dirigieran la mirada hasta la chica —Como te vuelvas a soltar así de mi mano, estarás castigado— Lo amenazó y el chico hizo un puchero —No señorito, no se puede estar soltando así.

—Lo siento, solo quería saludar a Brisa— Su madre suspiró y el abrazó a la chica —Abue ¿Ya nos vamos?— Ubaldo Velasco llegó a dónde estaban todos.

—Buenas tardes— Saludó a las chicas viendo su gafete de universitarias —Tu madre está en el auto, es mejor ya irnos.

—Claro papá— Angie le dijo y estiró su mano para que el pequeño la tomara y así hizo —Papá ella es Brisa— Los presentó.

—La famosa niñera maravilla— Angie cargó a su hijo y la castaña le dió la mano al señor —¿Y ustedes es?— Preguntó a la chica.

—Marti, bueno Martina una gran fanática de su arte y de usted ¿Me firma la camisa? Yo misma la hice y...

—Marti respira— Su amiga le tocó la espalda y respiró —Es muy, pero de verdad muy fanática.

—Lo imaginé— El padre de Angie tomó un marcador y firmó la camisa —Bueno ya vámonos, antes que a tu madre le de un infarto por esperarnos.

—Adiós Brisa— El chico le dijo y ella sonrió.

—Hasta luego Brisa— Angie le dijo y se dirigió a la salida con su padre.

—Si es hija de mi pintor favorito— Marti habló cuando se quedó a solas con su amiga —Y mi pintor favorito firmó mi camisa, o por dios no le pedí una foto— Golpeó su frente.

—Ni le dijiste el discurso que tenías 3 años preparando por su pintura de la señora bajo la lluvia— Su amiga se burló y comenzaron a reír.

Angie estaba en casa de sus padres, Noah se movía como pez en el agua demostrando absolutamente todo de la casa, la cual estaba totalmente cambiada desde que ella dejo de vivir allí, y sin contar que su habitación ahora era la de su pequeño llena de juguetes caros, peluches, dibujos, una pequeña mesa, una pista de carros que ocupaba mitad de la habitación.