10- Sentimientos encontrados.

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Brisa no había dicho a nadie lo que había visto la otra noche, para ella era solo un secreto, pensar en la señora Velasco mientras se aplicaba la crema lentamente y con la luz de la luna dando justo en su rostro, se veía hermosa, fue cuando la vio colocarse de pie para cambiarse que decidió dejar de mirar, no estaba bien mirar a su jefa de esa forma.

—Estas loca— Marti le hablo —Aun me dices que esa señora tuvo una cita con una chica hace una semana, y aun no te ha dicho nada.

—Tampoco soy quien para preguntar— Le recordó su amiga —Me paga por cuidar a su hijo, es la única relacion que tenemos.

—Como digas, pero no me vengas a llorar cuando sepas que te mueres de celos— Miro el precio de unos de los lienzos —No puedo hacer mi proyecto con esto, vamos te dije de ir a la tienda de Ubaldo, son mejores calidad y por menos precio— Se quejó.

—Bien— Su amiga acepto.

Salieron de la tienda y luego de caminar varias cuadras llegaron a una de las pocas tiendas de Ubaldo Velasco que había en la ciudad, a pesar de ser grandes, su venta se daba mayormente por internet, las dos entraron y miraron varias cosas, Marti se ofreció en regalar el lienzo a su amiga pero esta negó y la verdad que las pagas que le daba Angie alcanzaba para muchas cosas.

Las dos luego de estar totalmente listas, eligieron algunas pinturas que le hacia falta, y regresaron al campus, era sábado así que Brisa no debía trabajar hoy, Noah pasaba el día con sus abuelos, Marti salió a una cita con un chico y Brisa se quedó sola en su departamento.

Mientras las horas pasaban aquella silueta no salía de su mente, fue entonces que por puro impulso y sin detenerse a pensar, tomó sus cosas que acababa de comprar y salió a la sala de pintura de la universidad, siempre estaba abierta para uso de estudiantes siempre y cuando llevaras tu tarjeta de estudiante, la dejaron pasar sin problemas, y luego de estar totalmente lista, comenzó a dibujar.

Angie estaba en el patio de la casa de sus padres viendo si a su papá no le importaba rodar en el césped con tal de hacer feliz a Noah y jugar, ella sonrió y sus pensamientos no había salido en todo aquello con Brisa ¿Y si de verdad le gustaba? No era el tipo de chica que frecuentaba, pero tampoco le molestaba.

—¿Pensando en algo?— Su madre llegó a su lado.

—Solo, en el desfile de mañana, le pedí a Brisa que fuera para que cuidara a Noah y así ustedes no están pasándola mal por el terremoto.

—No nos molesta cuidar a mi nieto, lo hicimos durante 5 años que no se te olvide.

—Si porque me mandaste a la marina mamá— Le recordó suspirando —Mira de verdad hoy no quiero discutir, solo cambiemos de tema.

—¿Qué tal las cosas con Lu?

—Mamá te dije que tiene prometida.

—No es eso hija— Su madre comenzó a explicarle —Las he visto muy cercanas, como si fueran amigas ¿Qué paso con Sofia? Dios Angie siento que no conozco a mi hija.

—Nunca lo hiciste— Le recordó —Jamás estuviste, era mas importante la beneficencia que cualquiera de tus hijos.

—Hablando de tus hermanos ¿Los invitaras?— Su madre cambio de tema y ella giró los ojos —Deberías por la prensa que irá es buena imagen que tus hermanos estén, ellos que están apunto de graduarse en el extranjero.

—Lo que digas— Miró su celular para evitar a su madre.

La noche cayó y Angie estaba sentada en la mesa de su comedor con su hijo aun lado jugando con sus estrellas de Nuggets.

—¿No tienes hambre?— Le preguntó. 

—Si, solo que Brisa me deja jugar con las estrellas, dicen que son parte de una gelatia.

La niñera (BRANGIE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora