Cap 9

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Pase lo otra clase, una de inglés, y el segundo descanso comenzó. Víctor se despidió y me dijo que me traería algo de comer, claro, si es que Mike no se lo come antes.

Como sea, ahora estoy en mi salón leyendo un manga, con hambre y pereza y juro que siento que alguien esta atrás  mio, tengo miedo.

Unos minutos antes de que suene el timbre escucho como entran al salón, que puto susto me llevé. Levante mi vista y vi que eran Sebastián y Andrés, ambos me miraron y siguieron su camino hacia el escritorio del profesor, claramente no esperaba un saludo por parte de ambos, después de todo son amigos de Lucas.

Ambos recogieron las cosas del escritorio del profesor, pero note como a Sebastián se le complicaba cargar con la mayoría de cuadernos de otros grupos, así que cuando se le cayeron algunos me levanté y lo ayude, igualmente no me iba a morir por ayudarlo ¿No?

—Te lo agradezco— dijo dándome una pequeña sonrisa, yo se la devolví. Por una extraña razón, él y yo no nos llevamos tan mal, supongo que es porque ambos éramos muy buenos amigos.

—Musi— Andrés lo llamo de desde la puerta —Rápido, estas cosas pesan.

—Voy— le entregué los cuadernos y el se marchó.

Suspiré algo cansado. De verdad no entendía el porqué Andrés cambio tan de repente.

—Que más bro— saludo Víctor entrando al salón. Se notaba que seguía un poco desanimado, pero aún tenía una sonrisa en su rostro.

—Supongo que me podría ir mejor — replique tirandome en el asiento del profesor.

—Si, me lo imagino— metió su mano en su bolsillo y saco algo que envuelto en servilletas —Toma, esto es lo que quedo de la comida.

Era un pedazo de pastel, raro.

—¿Como hiciste para que Mike no se lo comiera?

—Simple, lo agarre cuando no veía y vine corriendo, ahora comelo antes de que Mike se de cuenta que no está.

Yo solo reí un poco antes de comer ese pastel, tragando servilleta de paso.

Sonó el timbre y volvimos a clases, las cuales pasaron rápido, ¡Que sorpresa! Justo cuando no quiero regresar a casa las horas parecen segundos.

Miraba ansioso el reloj, y parecía que cada vez que lo hacía avanzaba más rápido, trague saliva cuando por fin sonó el timbre para irnos a casa, estoy perdido.

—Oye, ¿Que te pasa?— pregunto Víctor al verme guardar mis cosas a paso de tortuga.

—Que me espera la muerte en casa—dije guardando el último libro que tenía fuera.

—Hay, exagerado.

—¿Esquiusmi? ¿Exagerado? Lo más probable es que el director ya haya llamado a mi mamá, ¡Estoy jodido!— fingí llorar en el escritorio, Víctor solo rodó los ojos.

—Solo vamonos.

Salimos de la escuela con el resto de compás, y gracias al cielo aceptaron ir por el camino largo.

Juro que cuando todos se fueron a sus casas quería huir, no quería volver a casa, sabía que me esperaba el mismo infierno.

—Este... ¿Vas a entrar o no?—pregunto Víctor desde su puerta.

—Creo... creo que quiero vivir un poco más...

Víctor suspiro, vino a mi casa, tocó la puerta y se hecho a correr encerrándose en su casa.

—¡¡TRAIDOR!!— grite mientras la puerta se habría. Del otro lado pude ver los ojos azules de mi madre y juro que pude sentir el frío de la Antártida.

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⏰ Última actualización: Dec 25, 2022 ⏰

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