𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐏𝐀𝐑𝐑𝐎𝐖 𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐘

𝑺𝑻𝑨𝑹𝑻

''Podemos encontrarnos de nuevo, en algún lugar. En algún lugar, lejos de aquí.''

Ben comenzaba a tener la linda costumbre de besar la nariz de Beth cuando comenzaba el día y al terminarlo. 

Fue la primer vez que miro a la pelirroja despertar a su lado, aun tenia los ojos cerrados mostrando sus largas y pobladas pestañas, su pequeña boca roja un poco abierta, su cabello despeinado con algunos mechones sobre su frente, unas imperceptibles pecas sobre sus rojas mejillas y la cicatriz que tanto quiso en la ceja izquierda, otra mas debajo del mentón causada en su infancia. 

No quería despertarla, deseaba poder tenerla siempre entre sus brazos para protegerla de todo. No quería admitirlo pero estaba perdidamente enamorado de Beth, jamas habia experimentado este sentimiento llamado amor y todos los demas que venian con el; preocupacion, miedo, empatia. No tenia miedo de nada antes de conocerla porque no tenia nada que perder, pero ahora, ahora la tenia a ella y no quería perderla.

Tristemente tenían al peor enemigo en su contra; el tiempo. El tiempo se estaba acabando y eso a Ben lo enfurecía, le enfadaba el pensar que no tendría suficiente tiempo con ella y le enojaba aun mas que a nadie le parecía importar eso. Quería luchar por ellos, pero ni a Beth le interesaba salvar su tiempo con el.

—Hola —musito la chica sonriendo.

—Hola.

Ben acaricio su cabello acomodándolo un poco.

—¿Por qué me ves así? —pregunto Beth mirándolo a los ojos—. ¿Es la primera vez que despiertas con la persona con la que te acostaste la noche anterior?

La mujer levanto su mano para tocar la mejilla del contrario donde apenas aparecía barba, pero el la tomo de la mano evitándolo.

—Lo de anoche no fue solo sexo. Ayer hice el amor contigo, hay una gran diferencia.

—¿Seguro que eres Ben? —cuestiono divertida sonriendo.

—Soy yo. Es quien realmente soy.

—Lo sé  —aseguro acercando el brazo entrelazado de ambos para besar la mano de Ben—. ¿Tienes hambre?

—Aún no, tu baja a comer en seguida te alcanzo.

—Primero necesito bañarme. Pero estoy tan cansada —se quejo cerrando los ojos.

Salio de la cama solo con la camisa de Ben la cual le llegaba a los muslos apenas tapando algo. Camino hacia el baño tranquilamente, sin embargo unas fuertes manos se unieron tomándola de la cintura.

—¿Necesitas ayuda? —murmuro Ben dejando varios besos sobre su cuello.

—Solo si es tuya.

Cuando terminaron bajaron al comedor tomados de la mano, no había nadie o eso pensaron.