15 de mayo de 1886
Emily ya no podía distinguir entre sus sueños y la realidad, siempre había tenido una imaginación muy activa, le gustaba pensar eso de ella pero últimamente ya no podía controlar entre lo que era real o no.
Había perdido a tantas personas en su vida que decidió nunca jamás relacionarse con nadie mas, una rara enfermedad a los riñones la tenía postrada en cama y solo había una persona a su lado.
Sue, su fiel compañera, la mujer de su vida. Ella le traía paños húmedos para calmar la fiebre intensa debido a la infección. A Emily le hubiera gustado amar a Sue como todas las personas se amaban, lamentablemente aunque ellas se habían confesado su amor por la otra siempre debieron esconderlo de los demás.
Emily siempre estaba en un vaivén de pensamientos, a ratos se imaginaba siendo feliz con Sue, teniendo una familia, amándose sin prejuicios, haciendo el amor cada mañana. Pero en otros momentos despertaba en la realidad de ver que debido a su intensa depresión y su enfermedad a los riñones, su amor nunca había seguido el camino que ambas hubieran querido.
Emily sabia muy dentro de ella que esta vez ya no iba a salir con vida, veía cada vez la luz de la eternidad mas cerca y en uno de sus momentos de claridad cuando la fiebre había disminuido tocó la mano de su amada.
Sue sonrío y se quedó en silencio.
"Se que no estoy siendo la mejor en estos momentos" - dijo Emily en un susurro. "Pero quiero que sepas que incluso cuando estoy enferma, tu eres el único pensamiento en mi cabeza, odio esto porque sé que has perdido a muchos, a toda tu familia y no quería que me tuvieras que perder a mi."
Una lagrima rodó por la mejilla de Emily mientras Sue intentaba mantenerse serena y no derrumbarse en llantos.
"Pero te prometo que te lo compensaré, siempre lo hago, ¿no es cierto?" -Emily preguntó y Sue asintió regalándole media sonrisa.
"No hay fuerza en este mundo que pueda desvanecer nuestro amor, así que me aferraré a esto y te buscaré y juro que te voy a encontrar en otra vid..." -Sue la calló colocando suavemente un dedo sobre los labios de ella, no quería que le hagan promesas que no podía cumplir. Emily supo interpretar esto pero siempre testaruda movió su cabeza hacia un lado para deshacerse del dedo que Sue había puesto sobre sus labios.
"¿Crees que son puras habladurías? ¿Es que acaso no me conoces? Haré hasta lo imposible para buscarte y prometo darte un feliz para siempre Sue, quiero que asientas si me crees."
Sue no podía aguantar mas y unas cuantas lágrimas comenzaron a caer mientras asentía.
"Te creo" dijo Sue en un susurro "y mas te vale que me encuentres porque estaré esperándote siempre."
Ambas sonrieron ante esta promesa y empezaron a imaginar como sería amarse libremente al fin.
Horas mas tarde el cuerpo de Emily Dickinson había perdido la batalla.
A Sue no le quedaban poemas de consuelo, solo aquella promesa que esperaba que pudiera hacerse realidad.
"Mas te vale encontrarme Dickinson" -Susurró para ella misma.
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En esta vida y en las que siguen.
FanfictionEn su lecho de muerte y en los brazos de su amada Sue, Emily Dickinson le hizo una promesa, una promesa en la que puso mas amor y dedicación que a cualquiera de sus poemas. "Se que en esta vida quizás no pudimos ser, pero sabes que soy testaruda, tu...