Capítulo 3

105 8 1
                                    

Emily's POV

Solo una semana.

Solo una semana me faltaba para dejar a mi familia y poder irme en busca de mis sueños, este sentimiento agridulce de saber que dejarás de convivir con las personas que amas para estar dependiendo de ti misma en el mundo real. 

"El mundo real es un infierno" Me repetía papá todo el tiempo, pero realmente esperaba que pudiera tener algo de suerte.

Este último mes había sido de los mejores, había tenido parrillas con mis tíos y primos mas cercanos, con mis mejores amigos de la secundaria también. Todos nos despedíamos ya que, dentro de poco, todos iban a seguir su propio camino en diferentes universidades y en distintos estados.

Me parecía todo tan irreal, hace solo unos cuantos meses estábamos todos en un salón de clases, solo preocupándonos sobre que ropa nos pondríamos al día siguiente y hoy nos preocupamos sobre el verdadero futuro, aquél que construiríamos para nosotros mismos. Sentía como si cada decisión contara para cambiarlo todo.

Me hacía sentir como ese video juego de múltiples posibilidades que podrían pasar de acuerdo a la decisión que tomabas. Era sobre androides y era divertido, sin embargo, ahora en la vida real ya no me lo parece tanto.

Todos esos pensamientos pasaban por mi cabeza mientras planeaba mi camino hacia la gasolinera, papá había olvidado llenar el tanque de gasolina anoche y hoy, en mi camino hacia el supermercado para hacer las compras de mi mamá, me había quedado varada en la mitad del camino. 

Afortunadamente recordaba que en unos cuantos bloques había una estación de servicio, así que aseguré el volante del auto, agarré mis llaves, el bidón pequeño de gasolina y me puse en marcha. 

Noté que se estaba poniendo a llover así que me puse una capucha para cubrirme un poco, estos días estaba intentando mantener la positividad al máximo, sin embargo, se me hacía algo duro encontrar positivismo en este tipo de situaciones. 

A medida que seguía caminando la lluvia se iba poniendo aún mas intensa, comencé a pasar mis manos sobre mis brazos para poder agarrar un poco mas de calor y noté que la calle parecía aun mas vacía que antes.

Una sensación extraña me recorrió la nuca, sin embargo, no pude identificar si era una sensación buena o de peligro. 

Finalmente pude llegar a la estación de servicio, pagué por la gasolina y di la vuelta para caminar de regreso a mi auto.

Caminaba un poco mas rápido que antes para poder agarrar algo de calor cuando vi a unos pasos frente a mi una silueta con bolsas grandes en las manos, una de estas se había roto y varios productos se caían al suelo mojado. 

Instintivamente me acerqué para ayudar y mientras mas me acercaba podía escuchar una voz femenina extrañamente familiar maldecir. 

_Esto es el precio que pago por ser ambientalista. -sonreí al escucharla. 

_Pero lo bueno es que llegando a casa lo puedes volver a coser y usar, ¿no? -dije sin mirarla mientras me agachaba a recoger los productos que se habían caído. 

Ella también río mientras me daba las gracias por ayudarla. 

_No es nada. -dije mientras sostenía los productos en mis brazos. -¿Vives muy lejos de aquí? Quizás te pueda acompañar hasta tu casa. -dije por fin levantando la mirada para verla. 

Cuando nuestras miradas se conectaron a ambas nos pegó el reconocimiento. 

_Eres la chica del accidente. -dijimos al unísono. 

Reímos y hubo un corto silencio que inmediatamente rompí. 

_La buena noticia es que no tuve que ir al hospital o estarías en problemas. -bromeé.

En esta vida y en las que siguen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora