El cenizo abrió la puerta de su casa y entró retirando los zapatos escolares que portaba, cerró la puerta y tiró su mochila al lado del sofá. Se tiró él mismo encima de este quedando boca abajo, suspiró pesadamente reprochándose así mismo, la noche anterior había permanecido al menos hasta las 2:00 de la madrugada, el sueño cayó sobre su cuerpo en el transcurso del día a pesar de que no lo demostraba, incluso estuvo a punto de quedarse dormido de camino a casa, el obsesionarse con esa serie de cazadores de demonios le estaba costando horas de sueño que su propia inquietud le arrebataba, ya que no era de mucha paciencia y realmente no podía esperar hasta las horas libres siguientes que tenía para continuar dónde lo dejó.
Había terminado con los ojos rojos y cansados, los tomos de manga que había comprado le cansaron la vista, fue mala idea seguir leyendo con nada más que la lámpara de su escritorio encendida, "voy a terminar usando lentes a los 30" se reclamó así mismo.No pasó mucho desde que su cuerpo parecía debilitarse, guiado por el cansancio, su mente parecía apagarse y los párpados le pesaban cada vez más a medida que su respiración se hacía más baja, intentó negarse a dormir, después de todo tenía que preparar la comida, faltaba lavar la ropa, demonios, que ni siquiera le había dado tiempo en la mañana para arreglar su cama gracias a que se despertó tarde.
"Cinco minutos" se convenció "solo serán cinco minutos"; y entonces Bakugou perdió la noción de su entorno.
—¡Mamá, estoy en casa!—gritó el muchacho dentro de casa al pie de la entrada de la misma, por alguna razón Izuku sonreía, la emoción que desbordaba gracias a un exitoso primer día de clases simplemente no desaparecía—¿Mamá?—al menos no por ahora.
Retiró los zapatos y los acomodó en su lugar, dejó las llaves y la mochila amarilla encima del pequeño sofá del departamento y se adentró a la cocina en busca de su madre.
—Mamá, no vas a creerlo ¡la academia es enorme! Y es muy bonita también, ni siquiera pude terminar de conocerla por completo, había también área verde y también...— Izuku paró en seco frente a la mesa de la cocina.
En el lugar no había de hecho absolutamente nada ni nadie, la única forma de vida era el propio peli verde que se encontraba aún en el umbral de la cocina; encima de la mesa encontró una pequeña nota doblada a la mitad, Izuku suspiró tomando la nota para desdoblarla y leer lo que decía:
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𝙴𝚗𝚝𝚛𝚎 𝚌𝚞𝚊𝚝𝚛𝚘 𝚙𝚊𝚛𝚎𝚍𝚎𝚜 ఌ𝙱𝚊𝚔𝚞𝚍𝚎𝚔𝚞ఌ
FanfictionNunca tuvo en claro el momento exacto en que se empezó a sentir así hacia aquel chico peli verde de ojos esmeraldas, aquello que comenzó de la manera más inocente, se terminó convirtiendo en una pasión desmedida que era difícil ocultar a ojos de los...