Junghope_🌻MI NECESIDAD🌻

🌻3🌻

–Necesitas comer Hobi—. Taehyung intento sonar lo más suave posible.

El pelinaranja lo miro con los parpados pesándole, las bolsas bajo los ojos hinchados y inyectados de sangre, tan secos por la insuficiencia de lágrimas.

¿Y cómo no?

Se la paso llorando desde que Jungkook había salido de viaje por una semana y el llanto se intensificó cuando al fin ayer en la noche firmó el divorció.

Toda la noche sin pegar ojo alguno, observando su triste reflejo, mirando el anillo de bodas que no pudo soltar aunque quiso.

Sintiéndose tonto.

Insuficiente y cayendo en mayores inseguridades físicas y mentales.

No era un omega estudiado, se dedicaba a cuidar flores, ser amo de casa, amar a su probable ex esposo y criar a su cachorro.

¿Dónde conseguirá un empleo que no exigieran su secundaria y bachiller?

Él apenas curso su preescolar y preparación primaria, siendo huérfano, viviendo en casa de sus despreciables tíos que le exigían llegar con dinero a casa o no tendría donde dormir.

Luego estaba su hermana que parecía odiarlo y apenas consiguió un alfa se fue.

Eso incluyendo a su odioso y despreciable ex novio que lo único que quería era llevarlo a la cama y gracias a su inseguridad nunca pudo conseguirlo.

Después de escapar de ese lugar y vagar por las calles donde una viejecilla lo recogió, una viejecilla que considero una madre sin serlo, le ofreció comida, hogar y un trabajo en su pequeña y agradable florería donde descubrió su cariño hacia las flores.

Luego de la muerte de aquella viejecita y que su hogar quedara en manos equivocadas, la florería desapareció y con ello la oportunidad de Hoseok para ir a pedirle trabajo.

Claro en ese momento no pensó necesitarlo, tenía un alfa que le daba todo sin pedírselo, mientras el se dedicaba a ser un buen omega. Un padre amoroso y un esposo increíble.

Vagar por dos meses en las calles y ocultándose en sus celos dentro de contenedores de basura le hizo darse cuenta de lo cruel que eran las personas. No correría la suerte que tuvo en ese tiempo de necesidad.

Y aunque sabia que sus amigos le ofrecerían trabajo el no podría ser de ayuda en cosas que no entendía y tampoco quería abusar más de lo que ya han hecho por él.

Taehyung le ofreció un hospedaje y para él ya era mucho abusar del mayor, quien hasta se comprometió para ayudarle con todo lo relacionado con el divorció y su cachorro sin cobrarle un centavo.

¿Por qué, dónde demonios sacaría dinero para pagar todo eso?

Él no tenia ningún peso, todo era de Jungkook y Jimin, pero él no se permitiría usar a su hijo como su cartera personal.

No.

Jamás.

Por más ayuda que le estuviesen ofreciendo Taeyong y Baekhyun no podía aceptarlas.

Eran sus mejores amigos, pero no se permitiría el abusar de ellos y las parejas de estos. No cuando ellos tenían sus propios problemas.

Taehyung ya era demasiado.

Su lobo estaba herido, él estaba herido.

Quería y necesitaba ser fuerte.

Por su cachorro y si se permitía caer en depresión, si no luchaba su lobo y el morirían, tenía que ser fuerte para soportar todo esto.

Para soportar la probable pronta mordida que Jungkook le daría a Min y rompería su lazo para siempre.

Esa rotura que probablemente lo llevaría a la punta del abismo y si se lo permitía lo empujaría al vacío.

Pero, cómo arrancar de su pecho todos esos sentimientos.

Su lobo aullaba de dolor y su marca quemaba.

Dolía tanto.

Lo único que podía repetir es el nombre de su alfa.

Lo necesitaba tanto.

Un ligero punzón en su marca le trajo una sensación de impotencia.

Su Jungkook. Su alfa.

Lo buscaba, le exigía su paradero. Lo llamaba y él no podía permitirse aquello.

No podía verlo. No ahora.

Taehyung lo miraba con preocupación, solo bastó esforzarse por sonreírle para que sus parpados cayeran y su cuerpo se desplomara en los brazos de un alfa alterado.

Luego el estruendoso llanto del infante que se encontraba justo en la habitación de arriba.

Quien asustado y a gritos exigía a su mamá.

Taehyung entrando en pánico abrazo al omega en su pecho y con apuro marcó al número de Baekhyun como su única esperanza.

Mientras que Jimin extendía su llamado, volviéndolo casi infinito.

Un alfa que observaba los rosales en su jardín con la expresión destruida sintió su pecho abatirse en pánico.

¿Ardillita...Pollito?...

Para por último caer al piso alertando a sus amigos que lo observaban desde un árbol.