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Jungkook mantuvo una sonrisa orgullosa, observando a su pequeño omega recolectar pequeñas flores del jardín, bajo la sombra de un enorme árbol de cerezo

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Jungkook mantuvo una sonrisa orgullosa, observando a su pequeño omega recolectar pequeñas flores del jardín, bajo la sombra de un enorme árbol de cerezo.

El omega vestía unos pantalones de pijama frescos y una enorme camiseta con el estampado de un conejito rosado con el ceño fruncido ocultaba su vientre abultado. Su cabello estaba ligeramente ondulado, sus labios rosados brillaban por el brillo transparente que se había aplicado, se encontraba descalzo y a su lado había un libro abierto que meneaba una de sus hojas por el ligero viento.

Hoseok tenia la mirada perdida entre las flores en sus manos, con las que jugueteaba haciendo pequeños anillos que envolvía entre sus dedos y desenvolvía.

Hace poco estuvo apunto de perderlo, y el amargo recuerdo aún carcomía su corazón. Incluso parecía no tener fin con sus disculpas, había perdido la cuenta de las veces en que le pidió perdón a su esposo. Un pequeño gramo de culpa aún lo atormentaba, pero verlo ahí, sonriendo con aquellos hoyuelos adornando sus mejillas y haciéndolo verse completamente ilegal, era suficiente como para sentir que todo estaba bien.

Amaba a Hoseok más de lo que era estrictamente posible. Su omega. Su esposo. Su destinado. Padre y madre de sus cachorros.

Hoseok era la luz en su vida y lo necesitaba sólo a él para poder ser completamente feliz.

El omega le regalo un pequeño beso desde lejos, sus labios abultándose de forma graciosa solo hizo que un deseo por picotearle sus labios con los suyos se encendiera.

Jungkook noto que el omega estaba sentado sobre sus rodillas, y le preocupo el que estuviese lastimándose o cansándose.

A paso rápido se dirigió al omega, sentándose a un costado suyo y brindándole un casto beso aquellos rosados labios que tanto le gustaban. Tan dulces como solo Hoseok los podía tener.

El omega soltó una sonrisa tímida y devolvió el roce de bocas en un pequeño pico, el sonido agradable de su boca chocando con la suya le hizo sonreír satisfecho.

—Pensé que vendrías más tarde—. Hablo Hoseok, paseando sus manos delicadamente por los pétalos amarillos de las flores en el jardín.

Sus ojos se toparon con los suyos por un momento para regresarlos a lo que hacia.

—¿Y dejarte solo estando embarazado?—. Jungkook levanto una ceja en desaprobación, chasqueando la lengua en un gesto de "ni lo sueñes"— Eso jamás bebé—. Hablo firme.

Hoseok le regalo una pequeña mirada acompañada de una sonrisa que decían "me lo imaginaba". Para el omega no era nada nuevo el que Jungkook se comportara sobreprotector y se exigiera el tener que estarlo cuidando a cada segundo.

No era la primera vez y eso era... desde siempre, omitiendo el hecho de que aumentaba cuando se encontraba en etapas de celo o en este caso de embarazo.

Junghope_🌻MI NECESIDAD🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora