Capítulo 5

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Abrí lentamente los ojos, ¿como llegue a mi habitación?

-No tengo ni la menor idea- dijo mi subconsciente.

Recosté mi espalda contra la cabecera de la cama. Sentí un gran dolor en mi cabeza. Me levanté muy rápido de la cama y me maree. Caminé hasta el baño y saqué un botiquín. Tomé una aspirina y me acerqué al lavabo para coger un poco de agua en un vaso. Levanté mi vista del lavabo y me fijé en mi reflejo. Parezco un zombie. Tengo las ojeras del milenio, el maquillaje todo corrido y pareciera que tuviera un nido de pájaros en el cabello. Levanté los hombros. Nadie me va ver.

La jaqueca fue desapareciendo poco a poco. Salí del baño y me senté frente al ordenador. Revisé los correos que no había leído, revisé mis cuentas sociales. Me sorprendí al ver una solicitud de amistad.

-¡Es Aaron!- grito mi subconsciente en mi cabeza. Oye tranquila la jaqueca no se ha ido completamente. Una sonrisa inocente se formo en mi rostro. Acepte la solicitud de amistad sin duda alguna. Mi estomago hizo un sonido, que da a entender que tengo hambre.

-Oye te suenan las tripas-. ¡No que va! Es que tengo una moto sierra en el estomago. Me levanté de la silla y salí de mi habitación. Abi, salio de su habitación al mismo tiempo. La diferencia es que ella no tenia aspecto de asesina cereal, digo serial.

Joder, el hambre me consume. Una deliciosa fragancia llego a mi nariz y creo que también a la de, Abi, por que en un dos por tres estábamos arrimando la cabeza por el pasillo. Seguí la fragancia como perro persiguiendo su cola. El rastro terminaba en la cocina.

¡¡Rosa, esta cocinando tocino!! Sin esperar un llamado me senté en la mesa de tres puestos que hay en la cocina. Rosa no se había dado cuenta de que yo estaba ahí, porque seguía tarareando una canción. Una idea llego a mi cabeza y hace que sonría maliciosamente.

-¡¡Buenos días ,Rosa!!- grite. Ella, da un salto y me apunta con una espátula. Suelta un suspiro al notar que soy yo, pero no baja el arma.

-Rosa, baja el arma, no soy un homicida- dije levantando las brazos en forma de inocencia.

-Perdón- baja el arma. - Buenos días Tumi- dice ella con una sonrisa. Rosa, es la única que me puede llamar ,Tumi. Y en algunas ocasiones, Abi, dice que Autum es muy largo. No tiene sentido solo tiene 5 letras, Abigail tiene 7 letras. Pero que se hace con ella, de bebe se callo muchas veces de la cuna. Pero nadie mas tiene ese privilegio.

-Buenos días, Rosa- dice Abi entrando en la cocina.

-Buenos días Abisita- dice Rosa. Abi odia que le digan así. Pero Rosa tiene privilegios en eso.

-Huelo el delicioso tocino desde la segunda planta- dice Abi tomando asiento frente a mi. Rosa pone un plato frente a cada una. Es una carita feliz. Típico de Rosa. Ella es una mujer tan dulce. Dos huevos fritos eran los ojos. Una fina rebanada de tomate era la nariz. Dos rebanadas de fresas que hacían el rubor de las mejillas. Y la parte mas deliciosa. El tocino que estaba ubicado en forma de sonrisa.

Cuando levanto la vista de mi plato veo que Abi se esta atragantando con su desayuno. Levanto una ceja y sonrió en forma de burla. Ella sale de su trance y suelta el tenedor. Toma una servilleta y la roza delicadamente en el contorno de sus labios. Ella cree que no me di cuenta. Dejemos que crea eso. Tome un sorbo de mi jugo de naranja y comí alegremente la carita feliz.

Al terminar ayude a Rosa a lavar los trastes. Ella es una mujer mayor, pero para tener su edad se ve muy fresca.

-Tumi debes tomar una ducha-. Hice un puchero al escuchar eso. Quiero quedarme viendo mis series favoritas.

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