Capítulo 8

268 22 2
                                    

-----------------------

Novela recomendada. ¿DOBLE VIDA? ¿ENSERIO? de la sensualona escritora

@LuciaCaroGracia Love ya Luchi!

Maratón 1/4

Que linda mañana. Mire alrededor buscando el reloj de pared.

10:00 a.m indicaba las manecillas.

- Creo que es hora de levantarme- me dije a mi misma al mismo tiempo que estiraba mis brazos y giraba mis manos en círculos, pero de un momento a otro me llegó un dolor irritante a la cabeza. Supongo que a esto se le llama resaca.

Mientras sentía mil martillos pegando contra mi cráneo, presione mi mandíbula, para así amortiguar el dolor, aunque hizo justo lo contrario.

Comeré un mango e iré directo por esas pastillas para resaca a la farmacia, ya que las desaparecieron.

- No se te olvida algo, no se, ¿bañarte?- me reprocho la molesta voz.

- Lo haré cuando vuelva, además voy a ir en pijama, no creo que a alguien le importe- contraataque.

Puse mis pies en la alfombra y empecé a caminar lentamente, para llegar abajo. Al pasar por la puertas del cuarto de, Abi, me di cuenta que estaban a la par abiertas, así dejando ver su típico orden.

- ¡¡¡Donde se habrá metido esta, loca!!!- exclame al vacío de la enormidad de la casa.

Al terminar mi manguito. Fui directo al auto me adentre y le di inicio.

...

Pise el freno del auto, alcanzando así escuchar como rechinaba la rueda contra el asfalto. Consiguiéndole así unas cuantas miradas alrededor.

-Upsi- río mi voz interior.

Baje del auto con mis pantuflas de Winnie The Pooh, que suaves eran como las amo. Me miraban un poco raro, que acaso nunca habían visto al osito amarillo mas famoso del mundo.

Que personas tan des-actualizadas que he visto.

Me dirigí a la farmacia dando pasos a la velocidad de una tortuga. Abrí la puerta y escuche el tintineo de la campana, me parece solo a mi o todas las puertas de San Francisco tienen campanas.

La señora que estaba detrás del mostrador me miro con cara aburrida.

- ¿Que quiere?- me preguntó.

- Una tableta de aspirina- dije con voz alta y la mire a los ojos. Para que se adentrara por un pasillo.

- Ok, gracias por la hospitalidad- susurré y empecé a mirar medicamentos y unos cuantas diademas que se encontraba por ahí.

Al rato volvió y trajo mi paquete.

- Aquí esta, son 4 con 99- dijo mientras abría le caja registradora y le entregaba el dinero.

Justo antes de que saliera de la droguería escuche a la señora mencionar que era una irresponsable y bla bla bla.

Mire mi reloj de muñeca cosa que no tenia. Así que empecé a contar los bellos de mi brazo eran tan tiernos, ow.

Saque mi celular para mirar la hora, y por fin terminar mi momento de apreciación a mi persona.

- ¡¡¡Que mierda!!!- grite a la nada. Por que todos le han hablado a la nada alguna vez. Ahh, claro por que cuando prendí mi celular decía 10:45 y también Miércoles.

This Is The One?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora