Revise una vez más el papel. No estoy segura.
-Hace 3 días Thomas te entrego ese papel, llámalo de una vez ¡Deja de dudar!- Hablo mi subconsciente.
Ese es el problema no puedo dejar de dudar. Podría ser un... un...¡Un Violador! Que atraganta a sus victimas con leche en polvo. ¡Que tal que sea el criminal mas buscado en Rumanía! ¡Y si lo llamo podría hacerme una trampa para secuestrarme y llevarme a otro país y venderme! ¡Y tal vez me drogue y me haga bailar en un club! ¡Y...
-¡Alto!- grito mi subconsciente en mi cabeza.
Me di cuenta que estaba sentada en la silla frente a mi escritorio. Hace un momento estaba recostada en mi cama. La silla es de rueditas, así que gire con la silla y visualicé mi cama. Ah, de ser que soy sonámbula.
-Idiota no estabas durmiendo. Los sonámbulos son aquellos que caminan dormidos- dijo mi subconsciente.
Mmmm. Entonces soy... despertámbula. Me reí en mi interior por esa tontería. Bueno volvamos al dilema principal. El papel con el numero de Thomas.
-Llámalo, no pierdes nada con llamarlo- dijo. Obvio que pierdo algo. Mi saldo. Ya no me queda mucho. Ni siquiera se si tengo suficiente saldo para llamarlo.
-Cariño, tienes mucho dinero. Cómprate un buen plan- dijo mi subconsciente.
-Dos cosas. La primera, yo no tengo dinero soy dependiente del monstruo que llamo "mamá". La segunda, no debí explicarte esto. Por que eres parte de mi, ya deberías saberlo- dije mientras giraba en la silla.
-Llámalo- dijo.
-No- hice un puchero y me cruce de brazos. -A la verga-. Me levante de la silla, tome mi móvil que reposaba sobre mi cama y tome el papel. Desbloquee mi móvil y digité el número escrito en el papel. Puse el móvil en mi oreja.
Espero que valga la pena. Primer tono... Segundo tono...-¿Si?- pregunta una voz masculina al otro lado de la llamada.
-Eh... Hola, em, busco a Thomas- dije nerviosa.
-¿Quien lo busca?- pregunta.
-Soy Autum. Thomas me dio un papel con su numero el sábado en un Café- dije.
-Oh. Hola Autum. Estaba esperando tu llamada-. Siento que mis mejillas se ruborizan.
-Eh...sí- digo mas nerviosa.
-Voy al grano-. Pero, si no ha dicho nada. -¿Te gustaría ir a una fiesta el viernes?-. Quede en shock.
- ¿Una fi-fiesta?-. Mas idiota no puedo ser. - Em... sí, porque no- dije mas calmada.
-Oh, claro que sí ¡Acepta invitaciones a una fiesta de un extraño! ¿Acaso no has aprendido nada de PLL?, que ddecepcón-. Calla cabeza.
-Ok. Es en la Avenida McLaren 73, casa 80. A las 9:00p.m. Te veo allá- Colgó. Debe estar ocupado. Anote un memo con la dirección.
Me levante de la silla y camine hasta la puerta para salir de mi habitación.
-¡Abigail!- grite a todo pulmón para que pudieran oír mi voz por toda la casa.
-¿¡Que!?- grito ella desde el primer piso. Baje las escaleras de tres en tres. Lo habitual.
-¿Donde estas?- pregunte al no verla en la sala.
-¡En el cuarto de lavado!- grito. Me dirigí hasta la puerta de ese cuarto. Tome la perilla con la mano y la gire, pero la puerta no abría.
-¡Abi, quita el seguro!- dije en un tono que , ella, alcanzara a escuchar al otro lado de la puerta.
-¡No tiene!- La perilla se movió cortante mente de una lado a otro sin funcionar. Oh no.
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This Is The One?
Teen FictionMuchos dicen que los finales felices existen. Todo eso es una completa mentira. Yo no creo en los finales felices. ¿Cómo hacerlo? Mi padre murió cuando tenia 10 años y mi madre nos odia. Cuando digo nos odia, lo digo en plural porque hay otra perso...