Veinte.

4.3K 567 199
                                    

—Zack —canturreó Emma

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Zack —canturreó Emma.

—¿Sí?

—¿Te sentarás con nosotros hoy? —Hizo un puchero—. Todos te echamos mucho de menos.

—Es que... —Tragué saliva, ¿qué excusa le podía poner?—. Está bien, pero si el resto del equipo se pueden unir también —cedí.

—¿Por qué ellos? Ni siquiera pertenecen a nuestro grupo —refunfuñó.

—Son mis amigos, Emms.

—Bueno, solo porque me has llamado Emms después de mucho tiempo, pero tienes que seguir llamándome así.

—De acuerdo —sonreí.

Mandé un mensaje por el grupo conjunto que tenía con los chicos y seguí a Emma.

—Pero si es Zack, hacía mucho tiempo que no te veíamos por aquí —comentó Ashley.

—Sí, he estado por ahí.

Me senté y coloqué mi bandeja, rezando por que los chicos llegaran pronto.

Hello, hello, ya llegó por quien llorabais —canturreó Elián—. Anda, Zack, llevaba siglos sin verte.

—Nos vimos esta mañana en mi cuarto.

—¿¡Cómo, cómo!? —exclamó Mateo, un chico de la mesa.

—Come —le respondió una voz que provenía de mi espalda—. Buenos días —saludó.

Giré mi cabeza para ver que era Tyler, a quien le seguía el resto del equipo.

—¿De qué habláis? —preguntó Ben, quien estaba hablando con la boca abierta, llena de comida.

—Qué puto asco, Benjamín —se quejó Thiago—. Perdonadlo, es que es un poco tonto.

—¿Solo un poco? —cuestionó Emma.

—Cállate, enana, tú haces cosas peores.

—¿Perdona?

—Perdonada —replicó Ben con suficiencia.

—Voy a matarte, Benjamín Smith Torres.

Uh, había dicho su nombre completo, eso significaba problemas.

—¿Torres? —inquirió Kyle.

—El padre de Ben y Emma es de España —comenté mientras le daba un mordisco a mi burrito—. Muy simpático, por cierto.

—¿Y tú cómo sabes eso? —Ben me miró molesto.

—He ido muchas veces a tu casa, Torres, más de las que me gustaría admitir.

—Oh, es verdad, por cierto, mamá quiere que vayas otra vez porque te echa de menos.

—Uh, Zack ganándose a sus suegros —bromeó Thiago, haciendo que me atragantara con mi comida.

Sinceramente, te odio © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora