Sinceramente, te odio © ✓

Veintisiete.

Tamborileé mis dedos sobre la mesa.

Estaba nervioso por conocerlo, o bueno, encontrarme con él, porque ya nos conocíamos.

Había llegado a las cuatro o quizá un poco antes, a pesar de que habíamos quedado a las cinco y media.

¿Cómo me iba a disculpar con él después de lo que había hecho?

Bufé antes de llamar al camarero y pedirle otro batido de chocolate, ya llevaba dos o tres, estaba seguro de que, si le mencionaba algo al entrenador, me obligaría a correr diez kilómetros sin descanso, pero él no tenía por qué saber nada.

Miré otra vez por la ventana, por la cual se veía a todo aquel que pasaba y ninguno de ellos era la persona que yo esperaba.

Me apoyé sobre la mesa, no sin antes darle un sorbo al batido.

—¿Chocolate puro? Es mejor el batido de helado de Nutella. —Alguien se sentó delante de mí.

—Kaiden. —Tragué saliva antes de atreverme a subir la cabeza y mirarlo directamente a los ojos.

Era la primera vez que nos veíamos de esta forma.

—Zack —repitió con burla.

—Sobre lo de...

Rodó los ojos y se levantó.

—Espera. —Me levanté y lo tomé de la muñeca, se sentía muy diferente a cuando lo había conocido de la otra forma.

—Si sigues hablando sobre eso, me iré de aquí.

—Joder, en serio, necesito...

Se liberó de mi agarre, pero yo lo perseguí hasta afuera, no sin antes dejar el dinero y llevarme el batido. Claro, podré ser un imbécil, pero no un criminal.

—¿Por qué no me dejas hablar?

—¿Por qué insistes en disculparte por algo que ya te perdoné?

—Casi te arruino la vida, Kaiden.

—Arruinármela suena bastante grave, tampoco fue para tanto.

—Te tiré por una ventana y te rompí unos cuantos huesos, ¿de verdad crees que no es para tanto, Hassel?

—Pasó hace años. —Agitó su mano, restándole importancia.

—¿Y? Ahora ya no podrás dedicarte profesionalmente al fútbol.

—Una lesión más, una menos, igualmente no iba a dedicarme profesionalmente al fútbol, así que deja de hablar de esto o voy a tomar medidas.

—¿Medidas?

Asintió mientras caminaba lentamente hacia un parque cercano.

—Hassel, ¿tú realmente vas a... —Se giró mientras fruncía su ceño, con una mano me tomó por la nuca y con la otra me tomó por la sudadera y juntó nuestros labios.

Repito, juntó nuestros labios.

Me besó.

Ni siquiera hubo un aviso previo, un indicio o una señal.

Lo acerqué más hacia a mí y profundicé el beso.

Mierda, quería más, mucho más de K.

Me separó de un empujón y se relamió los labios antes de limpiárselos con la manga de su sudadera.

—Por fin te has callado —sonrió.

Yo seguía en shock.

¿Cómo se suponía que tenía que reaccionar? Había estado esperando muchísimo por besarlo, hasta imaginé que sería yo quien lo besara primero, pero él realmente había conseguido tomarme desprevenido.

—¿Ahora ya no vas a hablar, capitán del equipo de baloncesto?

—Me has dejado sin palabras, capitán del equipo de fútbol.

Él solo sonrió y se dio la vuelta. Tomó mi mano y yo solo lo seguí, embobado.

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KWJDLWJDOWKDLSKDSJ SE HAN BESADO, SE HAN BESADO.

SABEMOS QUIÉN ES K, SABEMOS QUIÉN ES K.

Sinceramente, me ha costado mucho decidir quién sería K, porque había pensado mucho quién podría serlo, pero después de pensarlo mucho, me di cuenta de que en los primeros capítulos dejé unas pistas muy obvias.

¿Quién mejor que el capitán del equipo de fútbol, quien le decía a la cara a Zack que le caía mal?

"[...] ¿me odias por ser demasiado guapo? Ja, nunca había escuchado eso de alguien. Bueno sí, del capitán del equipo de fútbol, al menos él me lo decía en la cara."

Hell, y ahora tiene más sentido por qué se llamaban por sus apellidos, es algo muy típico entre los capitanes que tienen rivalidad entre ellos (al menos en los universos de mis obras TuT).

AJSJALDJWLS QUEDAN MENOS CAPÍTULOS PARA TERMINAR LA HISTORIA, NO PUEDO MÁS.

¿Algún comentario? aksjakdnlqndsmdndkk