Amnesia.

Capítulo 6.

Zayn
Veía a Emma muy ansiosa he intranquila, no sabia que era lo que le estaba pasando jamás había tenido esta actitud conmigo o con alguno de nuestros amigos. Cuando les comenté a nuestros amigos que Emma volvería a casa, a Harry se le ocurrió hacerle una fiesta de bienvenida y a mi me parecía una brillante idea pero veía a Emma en ese momento y parecía que tenía miedo. Movia su cabeza de un lado hacia el otro y no paraba de morderse las uñas o de agarrase el cabello, mi amiga Ally la abrazo diciendo que la había extrañado entonces Emma me miro con una cara de pánico y Ally la dejo de abrazar. Había mucho ruido para ser sincero y fue en ese momento cuando Emma exploto.

-¡basta! Paren la música. No se quienes son y quiero que se vayan de mi casa ¡ahora!- todo se quedo en completo silencio, que timbre de voz tenía Emma jamás la había escuchado gritar cuando estaba enoja, ella nunca lo hacia. Todos los invitados se miraban, Emma salió del living y se dirigió a lo que parecía nuestro cuarto. Todos se acercaron a mi con caras de confusión y culpabilidad, Harry me abrazo con muchas fuerzas y después me miro con una pequeña sonrisa de tristeza en su rostro.

-lo siento hermano, no pensé que Emma reaccionara de ese modo- me dijo pero yo negué con la cabeza dandole a entender que todo estaba bien aun que no lo estaba.

-esta bien, es solo que ha tenido un día largo. Eso es todo- todos asintieron, Ally me abrazo y después se separó de mi para colocarse de lado de Louis.

-entonces ¿ella no nos recuerda?- dijo con cierta tristeza que hizo que me diera lastima.

-lo siento pero no, ni siquiera a mi me recuerda y es lo que mas me duele en el mundo- mire hacia abajo, Harry tenía los zapatos que Emma le regalo en su cumpleaños. Sonreí.

-vaya entonces la amnesia de Emma esta peor de lo que imagine- mire a Louis y el se agarraba la nuca con preocupación y el silencio volvió a hacerse presente en la habitación.

-bueno yo creo que deberían irse para que hable con Emma y ella se pueda a adaptar ¿está bien?- Harry asintió y dio varios aplausos para que las personas les prestara atención.

-muy bien damas y caballeros, es hora de irnos- todas las personas me abrazaban en forma de despedida y me decían cosas como "ojalá y Emma se recupere, estamos contigo" y otras cosas mas que ya las había escuchado la mayor parte de todos los días en el que Emma estuvo inconsciente.

La casa quedo vacía, quedando solo Emma, el silencio incomodo y yo. Camine hacia el cuarto en donde Emma se metió y la vi parada junto a la ventana con un bate de beisbol entre sus manos. La luz roja del atardecer, que se asomaba por la ventana, le daba en su cabello y parte de la cara haciendo que su cabello se viera como el fuego y sus ojos le dieran un toque único que solo ella tiene. Levante mis manos en forma de defensa y di varios pasos hacia ella pero Emma elevó más alto el bate y y lo sujeto mas fuerte entre sus manos

-okay, esta bien. Ya se fueron- pero Emma no se movió, me acerque mas a ella y Emma bajo un poco el bate.

-¿estamos solos?- me pregunto con un hilo de voz casi audible.

-si, estamos solos- Emma apunto el bate hacia mi.

-con más razón tengo que preocuparme ¿como voy a saber que quieres propasarte?- sus ojos tenían un gran brillo de confusión he ira. Tenía un gran nudo en la garganta que me costaba mucho deshacer. Baje mis manos y me acerque mas ella, Emma retrocedió y su espalda chocó contra la pequeña ventana.

-¿por qué haría algo así? Jamás me aprovecharía de una mujer Emma, menos contigo. Por favor, dame el bate y hablemos tranquilos- tome el bate despacio esperando a que las manos de Emma lo soltaran, sostuve la mirada de Emma contra la mía y después de varios minutos, lo soltó. Respiro hondo y se sentó en la cama haciendo que esta rechinara.

-lo siento, es solo que ver a todas esas personas mi cabeza me dio vueltas y me dio tanto miedo- varias gotas de cristales le salían por los ojos cayendo en las sabanas doradas de la cama, mojandola. Me senté en frente de ella y la abrace pero Emma se puso tensa y me aleje un poco.

-vamos Emma no llores, nunca me gusto que lloraras- sus ojos grises que ahora los tenia rojos me miraron y puso una sonrisa débil.

-por favor, tienes que ayudarme- me pidió suplicando, yo asentí varias veces. Levante un dedo para que me esperara sentada y fui directo a mi baúl negro que usaba para mis cosas, busque fotos de nuestra boda, de nuestros amigos y de todos los momentos que hemos pasado juntos a lo largo de estos dos años. Me senté de nuevo en la cama y puse todas las fotos en mis piernas, Emma las analizaba una por una mientras ponía una cara de confusión.

-espero que con esto te ayude- le sonreí y buscaba en cada rincón de mi mente esperanzas que me ayudaran a creer que Emma recuperará su memoria.