|Love |³

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Mina siempre se consideró una alfa romántica. Una persona amante del amor, podría decirse.

Durante su adolescencia tuvo un par de relaciones, fueron dulces pero no lo suficiente para durar más allá de una etapa. Luego comenzó su práctica en la academia de bomberos y el tiempo para las citas y el romance se esfumó. Claro, tuvo algunas citas con algunos compañeros pero nada que acelerara su corazón.

Es entonces que se rinde, al menos temporalmente, culmina sus años de formación y comienza a trabajar. Se siente plena, se siente bien haciendo lo que soñó hacer desde niña, sin embargo, algo le falta; Mina no solo deseaba ser una heroína que salva vidas, también alguien que tuviera una familia.

Quizás este deseo provenía de querer tener una relación tan bonita como la de sus padres, ambos amorosos y buenos, tenían décadas enamorados y para una alfa pequeña como lo fue Mina se convirtió en una meta a cumplir en un futuro.

Incluso una vez después de un año siendo bombera de forma oficial, el amor parecía muy lejano a tocar su puerta. Su madre le decía que sea paciente, que podría llegar en cualquier momento, pero desde niña era una alfa un poco impaciente.

Con 25 años, ya veía un futuro cercano donde cuidaba perros y veía películas románticas en el sofá de su casa y despechada.

Una semana exacta después de aceptar su destino, fue que sintió por primera vez en mucho tiempo su corazón latir en una balada romántica cargada de ilusión. No pretendía ser evidente, definitivamente no quería asustar a la bonita chica.

Tenía una voz melodiosa y unos encantadores ojitos. Fue hermoso verla sonrojada, contándole con vergüenza el accidente con un postre. Se sintió en demasía torpe por no haberse atrevido a nada más, y se reservó a decir lo básico para regresar a su vehículo. Condujo nuevamente hacia el cuartel, murmurando y refunfuñando.

¿Había perdido la práctica? Su mente se quedó en simple blanco que ni siquiera ideó una manera de saber siquiera su nombre.

Se resignó a no volver a ver a la linda omega de aroma atrayente.

La vida la sorprendió cuando pudo verla en una segunda ocasión. Se sintió afortunada, ahí estaba, atendiendo una segunda llamada por unas tostadas quemadas. Trató de no lucir embobada, lo mantuvo dentro, y solo atinó a darle un cumplido a las pantuflas de la chica antes de despedirse otra vez.

Inconscientemente en su memoria se grabó un fragmento de aquella dirección, en cada ocasión observaba con algo de esperanza verla en las alertas. Fue así que las visitas a la bonita omega castaña se hicieron graciosamente frecuentes.

La chica parecía seguir quemando la comida, una y otra vez. Mina no se quejaba, al final, gracias a ello podía compartir un par de palabras con Sana. Ah, hasta su nombre era adorable. Sin duda, le robó el corazón con facilidad.

Parecía el destino, ambas comenzaron a enamorarse perdidamente y eventualmente una historia de amor nació.

Desde comida quemada, flores, deliciosos postres que Sana aprendió a cocinar y no quemar para compartir con la alfa, sus circunstancias fueron inusuales, pero dignas de un romance único que no todo el mundo podría presumir de vivir.

Compartieron sus celos, hicieron el amor, y la alfa podía ir por la vida diciendo que era la pareja de la omega más hermosa existente, próximamente esposa de Minatozaki Sana, la chica más tierna que conoció debido a incendios culinarios.

Todo lo que soñó se estaba cumpliendo, incluso un pequeño cachorro en camino, fue la cereza del pastel que Mina finalmente podía saborear.

Tal vez su madre tenía razón, y aunque tardó un poco, lo bueno se hace esperar. Y no había amor más bonito, que el que llegó después de esa primera llamada.

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Muchas gracias por todo el apoyo que le dieron a esta adaptación 💖

Nos leemos en otras historias.

Firewoman [Adaptación 2na]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora