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──Y díganme, ¿Cómo fue que llegaron esas tijeras a su mano? ──el médico les preguntó a ambos chicos mientras uno se tomaba la mano y el otro lo miraba.
──Pues, le explico, el friki de mi novio no quiere cortarse el cabello y parece mujer. ──Steve se dirigió al médico haciéndole gestos con la única mano que le quedaba bien.
──Debes de aceptar que mi cabellera es hermosa.
──Munson, apesta, cállate.
El menor golpeó la mano con las tijeras enterradas del castaño y éste soltó un grito de dolor.
──¡Aaah!, ¡qué te pasa idiota!, ¡¿Quieres morir?! ──éste le dió un puñetazo en el brazo provocando que el de cabellera larga gritara.
──¡Tú quieres morir!.
Ambos se tomaron de los cabellos, a Steve no le importaba tener las tijeras enterradas y a Eddie no le importó la situación de su novio, eran como dos gatos machos en celo en el techo.
El médico sólo se quedó viendo la escena mientras sacaba su celular y grababa.
──Esto va para el feis. ──comenzó a grabar y a reír.
Esa sala era un desastre total.
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