Narra The Puppeteer
Caminé sin rumbo fijo por el pequeño pueblo, en busca de alguna víctima. Suspiré frustrado al no encontrar a nadie a quien convertir en mi amigo. Sin más remedio me ví obligado a regresar a la creepyhouse. Para ello tuve que atravesar el bosque, a mitad del camino me encontré a alguien que desde ya hace tiempo aborresco:
—Puppeteer, ¿Qué tal, viejo amigo?—Dijo con tono burlón, bien sabe que nuestra "amistad" acabó cuando me quitó a mi chica.
—Pierdéte Woods.—Bufé molesto por su prescencia.
—No me digas que sigues resentido por lo que pasó.
—Ya lo superé.—Bramé.
Él soltó una estruendosa carcajada acompañada de locura.
—Vamos, fue la desición de Zero, deberías aceptarlo. Ella me escogió a mí y a tí no, prefiere estar en mi cama en lugar de la tuya y...—No lo dejé continuar ya que estrellé mi puño contra su horrible cara.
No pude evitar sonreír por mi acto realizado. Tenía mucho tiempo aguantó ver a aquel chico de cabello negro y largo, piel extremadamente pálida y su característica sonrisa eterna reírse frente a mis narices. Él se llevó una mano a su nariz para sobarse y se tensó al ver su sangre en sus dedos, arrugó su nariz e hizo una mueca de dolor, se puso de pie ya que lo derribé con bastante fuerza, me dirijió una mirada asesina y dijo:
—Tú... te irás a dormir.—Rápidamente sacó un cuchillo del bolsillo de su sudadera y se avalanzó sobre mí; yo, por mi parte, me coloqué en posición de defensa, no planeaba usar mis hilos, esto es demasiado personal para mí, además, no sería justa la batalla.
—Intentálo, Jeffrey.—Dije en un tono amenazador.
Esta es la revancha, Woods.
Esquivé su ataque con mucha facilidad y le lancé una patada certera en un costado, a lo que el aprovechó para clavarme su arma en mi pierna, apenas y apreté los labios, nada grave, seguramente un pequeño tajo.
Sujeté su muñeca con fuerza donde tenía el cuchillo y se lo quité, colocandolo en su garganta, justo cuando iba a ejercer presión el me empujó, provocando que ambos cayeramos al suelo. Forcejeamos un buen rato, y entre patadas y golpes alguien nos detuvo con su particular sonido a estática que duele como los mil demonios y nos separó con la ayuda de sus tentáculos, dejándonos a Jeff y a mí de cabeza a unos metros del suelo.
—¿Se puede saber que hacen perturbando la paz de mí bosque?—Preguntó Slenderman cruzado de brazos al mismo tiempo que nos liberaba, cayendo directo al suelo.
—No es asunto tuyo.—Bufó Jeff poniéndose de pie.
—Te recuerdo que soy dueño de todo este lugar, es mí territorio, son mis reglas y las tienes que seguir, si no quieres acabar descuartizado.
—Pero, Slendy—Insistió Woods.—vivimos juntos, no puedes matarnos, es una de tus reglas.
—También una de mis reglas es no matar en el bosque a excepción mía, mucho menos entre habitantes de la creepyhouse.
—No volverá a repetirse.—Dije finalmente tras haberme quedado en silencio durante el tiempo que estuvieron hablando.
—Eso espero.—Dijo Slender más calmado para después dirijirse a alguien que no habíamos visto.—Lamento que hayas presenciado una escena de tan mal gusto, suelen ser demasiado conflictivos.
—Tranquilo, quizás yo pueda enseñarles a comportarse. Aunque podrían influenciar a mis aprendices con su terrible conducta.—Replicó una mujer que salió de entre las sombras: delgada, de ojos grises, tez blanca, labios carnosos y su peculiar cabello corto negro, de casi un estilo masculino. Ella vestía una camiseta negra y encima de esta llevaba una chaqueta plateada junto con unos pantalones entubados de mezclilla y unos zapatos de tacón negros.
—Oh, ¿Es tú novia Slender?
Típico de Jeffrey Woods.
La mujer carraspeó la garganta, endureciendo su mirada al igual que su semblante tranquilo a uno serio.
—Primero: Yo y Slenderman no somos pareja; segundo, deja de dirijirte a nosotros con insolencia.
—Tú no tienes palabra aquí.—Jeff se acercó a la desconocida y la agarró desprevenida por detrás, posando el cuchillo sobre su cuello.—No puedes contra mí, eres una simple humana, una de tantas asquerosas zorras.
Ella sólo soltó una ligera risilla.
—Debes aprender a cuidar tus palabras, Jeffrey.
De un momento a otro Jeff la liberó y se llevó las manos a la boca, de la cuál salían varios quejidos de dolor. La sangra que brotaba manchó de más su ropa hasta llegar a sus zapatos. Al descubrirse sus labios no pude evitar entre abrir los míos de sorpresa al cer su sonrisa totalmente cosida de extremo a extremo, naturalmente fue fácil saber quien era la responsable, ya que ella curvo sus labios en una sonrisa.
—Escucháme bien asesino traumado. Mi nombre es Ethno, hechicera y fiel servidora de Zalgo. Recuerdálo si no quieres que esto se repita de nuevo.
En un parpadear, la cara de Woods ya había regresado a la normalidad, con la misma estúpida sonrisa de siempre. Ethno ya se estaba retirando guiada por Slenderman, quien no dijo nada al prescenciar lo sucedido. Mi torpe ex amigo no evitó ahorrarse sus comentarios y gritó:
—¡Bruja!
•••••••••••••••••
No estoy segura si me salió como esperaba pero bueno, he aquí el capitulo de esta semana. El siguiente anuncio tal vez les interese.
Anuncio
"CONCURSO PARA APARECER EN *HECHIZADOS*" :Lamento decirles que sólo elegiré a cuatro personas, los cuales aparecerán en la novela como aprendices de Ethno. Los escogeré en los comentarios, PERO, tendrán que contar con las siguientes bases:
1-Nombre
2-Edad
3-Descripción física y psicológica
4-Historia (Nacimiento, partes relevantes de su vida, como conocieron a Ethno y porque decidieron ser sus discipulos)
5-Habilidades especiales (Por ejemplo: Hanna puede hacer que Alek, el cuál es un objeto inanimado cobre vida) Esta a su imaginación.
N/A: Yo les avisaré después de que salgan todos lo creepys que aparecerán en la novela para que escogan pareja, aunque no es obligatorio.
En fin, eso es todo.
Besos y abrazos psicológicos :*Dark-Rose23
![](https://img.wattpad.com/cover/35385269-288-k228937.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Hechizados (The Puppeteer x TN)
FanfictionElla es una chica diferente. Tiene un cuerpo humano, más no lo es. Su ser esta conformado por luz. Él no era humano, más su cuerpo sí. Es un titiritero. Él es el que mueve los hilos y ella es su hermosa marioneta rebelde por el hecho de romperlos ...