Vegeta Ouji detestaba a todo el mundo, pero más a las personas con un fastidioso tono de voz, hasta que conocio a Bulma y aunque lo negara quedo fascinado con esos hermosos ojos azules.
¿Él chico solitario caerá ante la hermosa joven?
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Temática:...
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Recibí un mensaje, lo cual me extraño, la unica que me escribía era Bulma.
Y estaba en lo correcto.
" ¿puedo llamarte? "
No le respondí, solamente salí de la clase para así llamarla, ella contesto.
— ¿qué ocurre? — si, me preocupe demasiado y mi voz me delato.
— Vegeta... — estaba nerviosa. — ¿puedo pedirte un favor?
— Eso no se pregunta, claro que si, mujer.
— Hace mucho que no tomo la clase gimnasia, pero hoy tuve que hacerlo y no puedo ir a mi casa a ducharme... — se detuvo, suspirando, — sé que tienes otra clase, yo también, pero no puedo... No puedo darme una ducha otra vez aquí, aunque hayan chicas... Fue igual esa vez... En serio... No puedo hacerlo. — otra vez, su voz sonaba asustada.
Algo se me clavo en el pecho, una horrible sensación, no, no podía dejarla sola. — Voy para allá, tranquila.
Y literalmente me salte las clases corriendo. No me importaba nada.
