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—Jungkook, basta. Estamos perdidos —dice el hermano mayor, mientras se pone en cuclillas para reposar—, dame un segundo para descansar.

—No es mi culpa que ese maldito hombre me diera la dirección mala, seguro se debe estar riendo de nosotros. —murmura el menor haciendo puchero.

La cuestión era que los hermanos Kim se encontraban perdidos en una ciudad que no conocían y que hablaban un idioma que no entendían para nada.

Ellos habían viajado a Amsterdam por motivo de celebrar la graduación de su hermanito menor; Jungkook, al menos ese fue el regalo que le pidió cuando Jin le mencionó que tenía el derecho a elegir un regalo de vacaciones. El que él que quisiera sin importar qué Jin se lo iba a conceder.

Jungkook decidió viajar, ya que nunca había salido de Corea.

Jin y Jungkook, habían llegado emocionados, pasearon un poco y cuando les dio hambre, le pidieron a un lugareño que les recomendara algo para poder almorzar, pero habían estado dando vueltas por tres horas con un jodido sol que los quemaba y aún no conseguían nada. Tampoco parecían querer ayudarlos porque nadie los entendía o simplemente los ignoraban.

Y bueno, hay se veían las consecuencias de sus tontos actos.

El castaño suspira resignado cuando su estómago gruñe por falta de alimento, mira hacia los lados para ver si localiza algún puesto de comida, pero no ve nada.

En cambio, el menor ve un puesto de helado y de repente su garganta se siente tan seca como un desierto y rasposa como la arena del mismo. Toca su bolsillo en busca de su cartera y cuando no la siente se voltea hacia su hermano.

—Hey, Jin. Dame dinero, compraré un helado.

—No tengo dinero, Kook, acuérdate que deje la cartera en el hotel. —murmura Jin y le da un manotazo a la mano de su hermano para que la aparte de su cara.

—¿Qué? —voltea abriendo sus bonitos ojos de Bambi— ¿Cómo se supone que íbamos a comer, entonces?

—Tu pagarías, idiota. Fue lo que dijiste.

—Ah, ¿en serio? —seca el sudor de su frente y ondea su camisa para que entre aire, realmente está todo sudado. Jungkook ve a Jin y niega, no piensa mencionar nada de su error o se volverá loco.

—¿Por qué...? Jungkook. —Jin levanta la vista y suelta un pequeño quejido cuando se da cuenta de lo tonto que es su hermano—. También olvidaste tu cartera.

—¡P-perdón, hyung! No me di cuenta hasta ahora. —el rubio se sonroja y aparta la mirada hacia el puesto de helado.

Realmente está sediento y quiere un helado.

El menor decidido a conseguir un helado y con una propuesta descarada, se dirige al heladero.

Hola, uh, no traigo dinero y estoy sediento, ¿puede regalarme un helado? —Jungkook hace una mueca, porque él sabe que su inglés no es el mejor y teme que el hombre enfrente de él se burle.

ice cream ; namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora