donde jungkook cambia a su hermano seokjin por un helado... pero no cuenta con que éste sea un mafioso.
--- Te doy a mi hermano por un helado doble.
Portada por; VanTTGraphics
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Namjoon, ni Jin se dirigen la palabra desde la charla sobre quedarse o no, lo que si hacen es encontrarse antes del amanecer. Parece volverse una rutina entre ellos, sin ser planeada y por razones de desvelo diferente.
La razón de Namjoon es trabajo, nada extraño que el hombre se quede hasta tarde haciendo papeleo –pese a que dijo que iba a tomarse días libres–, o pararse de madrugada a tomar agua, como ahora. Por su parte, lo de Jin son los recuerdos volviendo a él; la sonrisa burlona, grandes manos paseándose por su cuerpo y el constante dolor de su cuerpo siendo violado.
Y así, Namjoon quiera entablar una conversación, tampoco se le da la oportunidad al pelinegro porque apenas recoge el vaso y se da la vuelta, Jin ya ha salido de la cocina en silencio. Namjoon respeta y recibe fuerte y claro el mensaje, Seokjin quiere estar solo.
Esa noche, cuando sus miradas se encuentran, el pelinegro se alivia cuando no ve lágrimas o rastros secos de ella, como las noches anteriores, aunque el cansancio es bastante notorio.
—¿Estás bien?
Jin blanquea los ojos, cansado de escuchar la misma pregunta todos los días. Sí, paso por un suceso traumático y es obvio que no está bien.
—¿No saben cómo comenzar una conversación en esta casa? —el tono que emplea Jin es tosco.
—¿Perdón?
—Siempre me preguntan lo mismo y es obvio que no estoy bien si me encuentras llorando en cada rincón de la casa o me sobresalto con el más mínimo ruido. ¡No estoy jodidamente bien!
Namjoon aclara su garganta y asiente, dejando el vaso a su lado y tomando asiento al lado de su hyung.
—Tienes razón, mi pregunta fue tonta.
—Lo fue.
—Si se me permite preguntar, ¿por qué siempre estás aquí a esta hora?
—Estoy pensando sobre cómo llevar la situación —se encoge de hombros—, y tienes una linda cocina, un patio trasero que me gusta ver y disfruto del silencio que me rodea.
—¿Y no te parece mejor salir y respirar el aire fresco?
—No quiero salir para que tus guardias me vean llorando.
—De noche quedan pocos haciendo guardias, ya que pasan a estar monitoreando por cámaras, es buena hora.
—Me sentiré expuesto —Jin voltea a verlo y resopla por como suenan sus palabras—, parece que estoy buscando excusas para no superar esto.
—¡No! No lo haces, hyung. Es válido tu sentir y si te parece bien, puedo hacer que los chicos se retiren un poco de la zona que quieras estar, por las tardes.
—¿Está bien hacer eso?
—Bueno, el alrededor de la casa es bastante seguro, hay cámaras y alarmas. Ellos son un extra, por así decirlo y estará más que bien —se encoge de hombros—. Todo sea por tu comodidad y proceso de sanación.
