Día de descanso

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Era un día normal en la vida de Cale Henituse. La puerta de su habitación fue abierta de forma profesional, sin hacer un solo ruido o rechinido. La persona que entro por aquella entrada vestía un traje negro, limpio y ordenado, lucia elegante.

Era el sirviente encargado de despertar a su joven maestro, Ron Molan. Con pasos silenciosos, se acerco a la cama y con una voz igual a la que un padre usa para despertar a sus hijos; hablo suavemente.

— Joven maestro, es hora de despertar. Su padre lo espera en su oficina.

Como Cale era un joven responsable, le respondió rápidamente a su sirviente... Con un bostezo y acurrucados aun más entre sus cómodas cobijas.

La sonrisa benigna en el rostro del anciano sirviente podría asustar a cualquiera.

Ron se acerco a las grandes ventanas al otro lado de la habitación y sin ninguna consideración, abrió las cortinas, haciéndolas a los lados laterales del marco de la enorme ventana.

Cale soltó un quejido alto, la luz golpeaba directo a su rostro, ¿era tan difícil dejarle dormir cómodamente? Era demasiado temprano por la mañana, ni siquiera se podía oír cantar a las aves.

Con una promesa a su sirviente, Ron por fin dejo la habitación.

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Una vez realizada su rutina matutina, salio de su habitación con dirección a la oficina de su padre.

El conde Deruth lo recibió con una sonrisa amable en su rostro, sus ajos también brillaban mucho.

— Cale, ha llegado una carta para ti, es de tu prometido.

Oh.

Un poco de "se que quieres que abra la carta aquí" llegó rápidamente a la mente de Cale, pero ahora que estaba sentado en este cómodo sofá no tenía ganas de levantarse y caminar un largo tramo hasta llegar a la privacidad de su habitación. Además de que no le interesa hacer esfuerzos por guardar todo esto para sí.

Así que con toda la calma del mundo, Cale comenzó a abrir el sobre, una vez que tuvo el contenido en su mano, se dio cuenta que no era una carta como su padre lo esperaba, sino más bien una pequeña tarjeta con un contenido breve.

La letra prolija del príncipe heredero era fácil de reconocer.

La pequeña tarjeta tenía escrito:

“Han abierto un nuevo restaurante y quiero probarlo contigo, probablemente la comida no sea tan buena como la cocina de Beacrox, pero he escuchado comentarios positivos.
Decidí tomar un día libre, así que quiero aprovecharlo.”

El problema era que solo decía eso, no mencionaba la hora o el momento en que Alberu vendría por él. Y por supuesto, aunque no este contenido dentro del pequeño papelito, llevará a los niños con él, como... Casi siempre lo hace.

Así que solo iba a esperar.

..........

Cuando Alberu llegó, Cale estaba tomando una siesta con tres pequeños niños.

La escena era tierna y divertida, los niños estaban apiñados a los costados de Cale, podría decir que dos de ellos eran bastante audaces al colocar casi todo su cuerpo encima del débil cuerpo del pelirrojo.

Con una sonrisa indefensa en su rostro se acercó a la cama, cuando estuvo sentado comenzó a quitar sus zapatos y al estar hecho, se acomodo de manera que el también estuviera cerca del cuerpo de Cale; este movimiento lo llevo a tener que cargar con el cuerpo movible de On, aunque no le molestaba, es más, le gustaba tener a la pequeña niña durmiendo cómodamente en su pecho y a su futuro esposo durmiendo con sus dos pequeñas sanguijuelas.

Hoy es su día libre, puede hacer disfrutar de todo esto.

"Me estas volviendo loco"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora