Invocación (3)

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Después de una breve parada en el comedor, Alberu por fin tenía la comida preparada en sus manos, el humo que salía del plato era muy tentador y sobre todo porque estaba recién hecho.

Alberu había aprovechado la oportunidad para comer primero, ahora solo espera que esto sea del agrado de su familiar o mínimo que no le haga daño o algo por el estilo. Es razonable su preocupación, dado que nunca antes había tenido un familiar y lo único en lo que estaba enfocado era en que la matriz le saliera bien, ya de ahí en adelante se iba a encomendar a Dios.

Pero ahora que tenía un familiar debía de hacerse responsable de su familiar, hacer todo lo posible para que se sienta a gusto con él, tengan una sana convivencia y que su familiar no decida rescindir el contrato porque entonces si eso sucediera sería su fin ya que no cree ser capaz de lograr hacer una matriz igual de poderosa... O que funcione siquiera.

Entonces cuando llegó a su habitación, se alivio de ver todavía ese bulto de mantas encimadas en su cama.

Dejo la comida en el pequeño sofá, subió las escaleras de la litera y con cuidado movió a su familiar. Esperaba que su toque se sintiera entre las miles de cobijas con las que su familiar se asfixiaba.

Esperaba que el aroma de la comida llegará hasta aquí y que fuera lo suficientemente tentador para su familiar.

Al no recibir respuesta, de nuevo, se desespero y la desesperación lo llevo a jalar las cobijas dejando desprotegido a su familiar, quién claramente se había despertado por el movimiento.

La mirada perezosa y estoica que recibió a cambio no lo asusto (sorpresivamente) y en cambio, con un valor del que no se creía capaz, le hablo duramente al hombre en la cama.

"¡Es hora de que despiertes, ya no puedes seguir durmiendo! Al menos tienes que comer algo, a este paso no se si puedes morir de inanición y no quiero descubrirlo"

Con las palabras dichas, Alberu bajo las escaleras junto con las cobijas, su familiar ya había pasado mucho tiempo acurrucado en ellas, no sabía si sudaba, aún así, Alberu era una persona muy limpia y debía hacer la lavandería.

Entonces, dejo la comida todavía en el sofá pequeño y el salió por la puerta. No estaba muy seguro en si esa persona iba a comerla o no, daba igual.

Tal vez se daba a que no ha estado durmiendo bien, especificamente no ha estado durmiendo en su cama, lo que lo tiene de tan mal humor, aunque no es como si fuera todo eso. Es decir, la etapa de felicidad ya habia pasado, sí, había conseguido un familiar por su matriz exitosa, probablemente sea la poca interaccion que le permitió su familiar lo que lo puso de un ánimo bastante bajo.

¿Qué sentido tenia haber hecho una matriz exitosa si su familiar ni siquiera intercambiaba palabra con él?

Alberu es un chico popular, dentro de lo que cabe, porque es un buen chico, alguien que estudia bastante y obtiene buenas calificaciones, es bueno en los deportes también, el único fallo que tiene es no ser bueno en la práctica o en la magia de invocación. Tenía personas, eso, personas, no amigos, que pasaban el rato con él, pero nada más, no eran amistades en las que pudieras apoyarte por completo o en los que pudieras tener plena confianza.

Es por esta razón que Alberu, la mayor parte del tiempo la pasaba solo o en la biblioteca, tratando de distraerse con cualquier cosa que le permitiera desviarse de sus pensamientos pesimistas y negativos.

Quizá de ahi surgia su obsesión con poder realizar una buena práctica de invocación.

En su tiempo en la biblioteca la pasaba leyendo algunas cuantas historias de invocadores con sus familiares, todo fantasía, hablaban del compañerismo, la amistad y el fuerte vínculo irrompible que había entre esas dos partes.

Todo lo pintaban de rosa, y en algún punto el deseo algo igual a lo de esas historias, tener un compañero o varios, en los que pudiera confiar, en los que despositaria su vida y su muerte. Tener un confidente, alguien.

Y tener un familiar sonaba tan bien para él, una familia que te apoye, alguien tan íntimo para tí.

Entonces volcó todo su esfuerzo en ello, puso todo lo que tenía y más para conseguir alguien que pudiera salvarlo de la soledad.

Quizá se decepciono por el familiar que había invocado.

Podría ser lindo, hermoso e incluso hasta tomado por un angel o algo parecido, pero eso de nada le servía sino podía confiar en el, sino podía considerarlo como un amigo o compañero.

Tal vez Alberu no debío tener esperanzas ni expectativas sobre su familiar, entre más tengas en alto algo, más será la decepción.

Pero fue su culpa.

Después de bastante tiempo (solo unos minutos), en lo que Alberu enfriaba su cabeza y buscaba la manera correcta de disculparse con su familiar, las cobijas que había tomado ya estaban limpias, secas y con un aroma delicioso.

Alberu regreso a su habitación.

Las luces, cómo siempre, estaban apagadas, él soltó un suspiro rendido.

Encendió las luces, subió las escaleras de la litera y cubrió el delgado cuerpo pálido.

Un pensamiento rápido vino a su mente, debería buscar más información sobre el familiar que había invocado, si seguía sin recibir respuestas por parte del otro quizá se deba a algo, como un bloqueo de lenguaje... Aunque no está muy seguro de esto, es bueno en la teoría y por lo que sabe, al realizarse el contrato ambos, tanto familiar como invocador pueden comunicarse sin problemas.

Sin embargo, no descartara esta posibilidad. Además de que sus profesores se habían sorprendido bastante al ver a su familiar, entonces ellos deben saber algo, aunque no será una tarea sencilla, en todo este tiempo que ha tratado de hablar con ellos, siempre se ponen extraños; nerviosos y sudorosos, desviando la mirada y poniendo excusas. Por eso dejo de hablar con ellos, ahora era tiempo de retomarlo.

Dios le dio varios dones, entre ellos, el del habla y su astucia, él solo los aprovechará al máximo.

Al pasar por el sofá pequeño, noto que el plato estaba vacío, una preocupación menos.

"Me estas volviendo loco"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora