Alianza

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Pasos tranquilos resonaron en la calle libre de transito y personas, pero llena hasta el tope de basura. Hacía años que no se veía ningún alma por este lugar, lo único que predominaba eran las bolsas de basura, algunas manchas de dudosa procedencia, pintura descolorida en varias de las casas vacías y la naturaleza adueñándose de todo.

Este lugar vacío es el mejor sitio para cualquier reunión o intercambio clandestino, después de todo, dos grupos de la mafia se aseguraban de mantener este sitio de esta forma, sin embargo, no dejaba de ser un gran tema de curiosidad saber la razón detrás de esto; si bien este territorio estaba bajo la custodia de dos grandes grupos criminales, entonces, ¿por qué dejar todo vacío?

Bueno, solo si puedes sobrevivir y llegar hasta los dos lideres de ambos grupos para preguntar entonces tendrás que seguir viviendo con la duda.

Pronto, los pasos dejaron de escucharse.

La persona dueña de esos lujosos zapatos de cuero negro estaba parada frente a una casa que, aunque en mal estado, se podía ver que alguien la mantenía en un estado decente.

La casa era sencilla, de solo dos pisos, con dos habitaciones, una cocina mediana con comedor, una pequeña sala de estar, un baño compartido y un pequeño patío trasero. 

El hombre elegante entro sin hacer mucho ruido, dentro todo era diferente a su apariencia exterior. Todo lucía limpio, ordenado y con un aroma a desinfectante. En el único sillón de la sala había un hombre que se presumía estaba durmiendo, su cabello rojo brillante estaba amarrado no muy hábilmente en una linda "cebolla".

El pelirrojo no volteo la cabeza, consciente de quien era la persona que entro, aun así, fue el primero en pronunciar palabra.

—Su alteza, príncipe heredero de los Crossman. Es un honor para mi volver a verlo, lamento el desorden, olvide que tenían que limpiar este lugar.

—Joven maestro Henituse, no tiene de que preocuparse, solo es una pequeña reunión. Ya sabe el tema que quiero hablar con usted y espero pueda hacer algo o me veré en la necesidad de tomar acciones en su contra.

—Aceptare con una condición, ¿quiere escucharla? -no recibió respuesta, pero poco le importaba —Aleja a tus malditos perros de mi territorio.

La familia Crossman era la segunda con un poder que era mejor tenerlo en cuenta, pero estaba muy por debajo por la familia líder, la familia Henituse. No solo era poderosa en cuento a fuerza, era una familia bastante conocida por sus métodos pacíficos, pero sobre todo, por sus métodos no tan pacíficos; era una fuerza que podía mandar a todas las personas y gobernar sobre el mundo si así lo quisieran, la riqueza podría volver a cualquiera verde de envidia.

Estas dos familias no han tenido muchos encuentros, pero no fue sino hasta hace tres meses que algunos lacayos descontrolados novatos de la familia Crossman causaron estragos en un territorio donde no deberían haberse metido.

Y es que las consecuencias de meterse con la familia No. 1 eran imaginables.

¿Y qué hizo este pequeño grupo ignorante? Umm, muchas cosas, en realidad.

Por supuesto que como una de las familias más importantes de este mundo, concedieron una segunda oportunidad que fue rápidamente desaprovechada, tres es el límite. Aunque no se dio así nada más, una clara advertencia fue enviada a la segunda familia, que no hicieran caso a esta no fue culpa de ellos.

En la segunda vida que se les dio, estos tontos llamarón a otros tontos e hicieron destrozos en unas cuantas tiendas, algunas personas valientes intentaron detenerlos, sin embargo, no pudieron hacerle frente a estas personas descontroladas; al final fueron golpeados muy duramente.

A estos HDP, no se les concedió misericordia.

Al momento de ser atrapados fueron duramente golpeados y no bastando con eso, los sometieron a una muy larga tortura que persistiría dentro de sus mentes por el resto de sus vidas.

—¿No te has encargado ya de ellos?

—¿Eso disuadirá a tus otros perros de no morder lo que no deben? Aunque no suelo recurrir a ese tipo de métodos, siempre sé cuando debo emplearlos.

Alberu lo sabía, lo tenía muy en claro y aunque algunas veces personas novatas que se unen a su grupo se les suben los humos, debe admitir que le importa muy poco la vida de esos seres.

Desde hacía tiempo que encontró al contrario sumamente atrayente, no solo habla de su apariencia, habla de todo lo que implica Cale Henituse.

Se dio a la tarea de investigar sobre el hombre, conocimiento que iba desde a que hora dormía hasta con que temperatura se bañaba.

Eran cosas simples y que sin duda costaron bastante trabajo de obtener, sin embargo cada detalle valía la pena.

Incluso había iniciado los pocos encuentros que tenían y como punto de reunión arreglo está casa para conveniencia del pelirrojo ya que contenía todo lo que se necesita para... Mantenerlo.

En una ocasión, solo el diablo sabe que le dio el valor para hacer una propuesta tentadora.

Una alianza.

Era algo a lo que muchas personas temerian.

Contrario a las expectativas de que el segundo lugar debe pelear por derrotar a quién esté en el primer lugar, Alberu lanzo un contrato de alianza por medio de un matrimonio conveniente para ambas partes.

Por supuesto, Alberu no esperaba que el pelirrojo aceptará, así que su negativa estaba dentro de lo previsto.

Fue en ese momento cuando lo poco que tenía Alberu se cortó.

Una sensación de perdida y caída se formaron en su pecho, pero dentro de él también surgían otras emociones, tales como la obsesión.

La idea de que su vida y todo lo que poseía estuvieran bajo la mano delgada de ese hombre se clavo en su corazón, fue tan imposible de sacarla que cuando menos se había dado cuenta, ya estaba trazando diferentes planes para llevarla a cabo a la perfección.

Si Cale no le podía pertenecer, él podía pertenecer a Cale.

—Tal vez no o tal vez si, pero si quieres estar seguro de que suceda podrías firmar esto.

Inmediatamente a lo que vino, sin perder más el tiempo, Alberu saco los papeles de su tan ardua planificación.

Cale, ya esperando lo que diría el papelito, abrió la boca listo para negarse, pero Alberu no le daría esa oportunidad.

—Solo léelo.

Cansado y aburrido de que esto se vuelva a repetir, Cale comenzó a leerlo y aseguraba está sería la última vez.

Continuo leyendo, página por página, hasta que llegó a la última. Después de eso, en la pequeña casa no había un solo ruido.

—Dame la maldita pluma.

Al final, Cale Henituse firmo el contrato de alianza matrimonial.







Nota al lector:

¿Qué fue lo que venía en el contrato para que Cale aceptará?

Lo dejo a imaginación de ustedes, ya no doy para más.
Pero... Tiene algo que ver con su sueño :D.

"Me estas volviendo loco"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora