El Doncel De La Profecía.

05. ¡Ayúdenme!

Los ojos de Wei Ying veían con admiración a su madre quien bailaba junto a otras concubinas e hijas de nobles. La danza era lenta pero sensual, caderas siendo mecías de un lado a otro y las mangas sueltas de los brazos ondeaban al ritmo que las bailarinas.

Cangsé SanRen deslumbraba con aquel vestido blanco, giró con elegancia y extendió sus brazos hacia arriba para luego bajarlas simulando una curva.

La música terminó.

Wei Ying corrió con prisa hasta su madre, sus dos colitas se mueven hacia atrás por el viento.

—"Eso fue increíble mamá, eres la mejor"—Dijo con los ojos brillando de emoción.

—"A-Ying, compostura"

—"Oh, cierto lo olvide"—Hace un puchero. 

Una de las bailarinas se acerca.

"Tu doncel tiene razón CangSé bailas muy bien, nosotras a tu lado somos un mal chiste"

—«No es para menos, me esforcé mucho para ser lo que ahora soy, no fue nada fácil salir de mi desdichada vida de antes»—"A-Ying bebé ven ahora es tu turno"

Wei Ying estaba que rebosaba de felicidad, se prometía a sí mismo esforzarse mucho para ser igual de buena que su madre.—«Mamá siempre lo hace ver todo fácil, me preguntó si yo también podré ser igual que ella algún día»

Si fuera más dedicado y menos inquieto tal vez lo sería.

Logró que Lan Zhan vuelva a besarlo en los labios, Wei Ying se sentía en las nubes, estaba tan feliz pero necesitaba más, no quería conformarse solo con esos castos besos.

En el césped como ya era costumbre para este tipo de caricias, Wei Ying tomó desprevenido al oji dorado alzando la cabeza y devolviéndole el beso con fuerza, Lan Zhan quedó plasmado sin emitir ningún tipo de reacción. Normalmente él era quien besaba y Wei Ying esperaba dócilmente.

Wei Ying dejó caer su cabeza con cierta satisfacción, esperando pacientemente 'un desvergonzado' o algo parecido por parte de Lan Zhan. Chilló al ser presionado, Lan Zhan había dejado caer todo su peso encima y entrelaza las manos de ambos para presionarlo a los costados, mientras besa a Wei Ying torpemente lastimando un poco a ambos por la urgencia con la que lo hacía. 

—"Ah más despacio Lan Zhan, ay~ no muerdas, está bien me callaré , pero ya no me muerdas porfavor."

Unos pasos los alertaron.

Lan Zhan se quitó de forma apresurada y ayudó al doncel a incorporarse, quitando también alguna que otra hoja del cabello desaliñado de Wei Ying, que se daba cariñitos suaves a las partes donde fue mordido.

El oji dorado aprieta fuertemente los nudillos para impedirse a sí mismo lanzarse encima del ojigris nuevamente. Tenía las hormonas alborotadas de todo adolescente que necesitaba ser saciada pero todavía no. Wei Ying aún no está en edad. 

«Un poco más.»  

Un poco más y podrá hacer lo que quiera con Wei Ying.

Cuando los pasos se hacían lejanos Lan Zhan ya le estaba mordiendo los labios a su doncel, quien se quejaba entre lágrimas.

Más tarde Wei Ying se la pasa quejándose y lloriqueando en el regazo de Lan Zhan quien le da mimos. 

—"¡Lan Zhan eres malo! Ya no me casaré contigo."

Todos en el palacio debieron haber visto la espeluznante neblina negra que se formó sobre el cielo, devorando todo el maravilloso tono azul cielo.

Chillando Wei Ying se esconde en el pecho del príncipe.