Capitulo ||- Una Nota

261 36 8
                                    

- No deberías estar aquí, lo haz arruinado todo, hecha un ojo; estamos en el hoyo...

- No entiendo cual es tu problema ¡DEJAME EN PAZ MALDITO ADEFECIO - Mi respiración era poca, casi nula.

El ambiente era hostil y lleno de colores rojos y sombrios, un bosque lleno de naturaleza la cuál podía sentirse que te comía vivo. A pesar de no tener mirada su sola presencia penetraban cada molécula de mi, haciéndome llorar, quemando mi alma por dentro, el terror para mí vestía un elegante traje con corbata del color de la sangre. Viene por mi cada noche.

¡DESPIERTA!

escuchaba de fondo pero era imposible.

¡DESPIERTA!

Eufórico me senté sobre mi cama, lleno de sudor sobre mis rostro, transpirando exageradamente por cada poro de mi piel, respirando cuál toro enfurecido.

- Amor, todo está bien ¡Mírame! Aquí estoy.

Costosamente trate de guardar la calma, debía estar soñando de nuevo.

- Discúlpame... No quería asustarte - resople siendo yo el asustado.

- No es ninguna molestia para mí. Sabes que aquí estoy y estaré.

Tomó mis manos acercandolas a sus labios dando ligeros besos con ellos, se sentía como un espejismo, uno muy bello para ser real.

- Siento esa necesidad de protegerte. - susurro dulce.

Tratamos de olvidar lo sucedido recreando la rutina de todas las mañanas, porte mi traje ejecutivo para luego llevar a mi prometida a desayunar a su restaurante favorito.

La mesera nos sirvió a ambos nuestro café preferido. Mire a las personas de mi al rededor y todas ellas parecían estar en un trance, sonriendo por qué debían hacerlo.

- ¿Erick? - llamo mi atención al nombrarme cómo pocas veces lo hacía.

- Discúlpame, pensaba en lo que haría llegando al trabajo, sabes, tu padre está a punto de cerrar un trato muy importante con la empresa Indú de la que te eh hablado.

- Si, si, eso ya lo sé, mi padre me lo comentó anoche. Pero no era eso de lo que quería hablarte - tomó un sorbo de café para luego sonreír - Faltan pocos días para la boda y está tarde iré a hacerme la prueba de maquillaje y vestuario.

Hablaba de ello como si fuesemos a montar una obra de teatro... Le amaba, le amaba tanto que en ocasiones yo dudaba en ser el elegido para ser co-protagonista en su historia, así quizás me sienta menos vacío, Le debo todo.

- Adelin, creo que pocas veces eh podido expresar mi gratitud hacia tí. Era tan solo un moribundo sin noción del tiempo cuando me encontraste y ahora porto un elegante traje.

- Haré todo lo posible por qué recuperes tus memorias, necesitamos traer a tu familia de vuelta a tí. Aún recuerdo el estado tan grabé en el que te encontramos.

- De no ser por ti hubiese muerto en aquel bosque.

- No sé que fue lo que te ocurrió para que llegarás al estado en el que te encontré y para que tú memoria desapareciera. Tu familia debe estar preocupada por tí.

Ella suspiro profundamente, no entendía por qué hacía todo esto por mí. Adelin me convenció de llamar a un psicólogo y con justa razón acepte tomar terapia.

Mi mente era un libro perdido si principio ni final, debía buscar la ayuda, claro... A escondidas de su padre.

Ella desde un principio mintió haciendole creer que era un amigo de la infancia que estaba de vuelta en la ciudad buscando un empleo. Me dieron más de lo que esperaba y para ser sincero eso se sentía bien. Poco imaginé que las cosas cambiarían pero si quería continuar creciendo a nivel personal debía trabajar en ello, por el bien mío, de Adelin y de nuestra futura familia.




Pov __________:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov __________:

- ¿Por qué vuelves aquí? ¿Que no hablas mi idioma? ¡Te mandé a dormir a tu casa y regresas con más ojeras que nunca!

- Linda no grites... Necesito a esa chica jovial y energética. Necesito descansar un poco, iré al almacén.

Trate de pasar por alto a los demás, poco me importaba si sabian de mi desvelo o no. El exceso de café posiblemente me estaba afectando, pero estaba lleno de exquisitez.

Cambié mi hábito, en lugar de beber alcohol ahora cada noche me hacía un Americano bien cargado y con exceso de azúcar. Por el contrario de el alcohol este me ponía más activa que nunca, sentía ese mil por hora sobre mis venas, me traía aquella energía que se desvaneció en mi cuando Alexander se fue.

Pero tal como el energético más eficaz del mundo, la misma baja de energía era abismal, sentía pronto mi cabeza desfallecer cuando pasaba el efecto, deseaba morir, siempre envidiando a las personas que ya lo había hecho o intentado. Mi freno era mi Hermano.

Los años no pasan en balde, él ya tenía 13 años y yo... Bueno, yo tenía salud, aún que mental no mucha.

Mi madre se mudo a mi hogar, sin olvidar que ella venía con su garrapata, con ese ser insoportable, una cucaracha. No sé en qué momento me metí a la boca del lobo. Pero debía salir pronto, se que esto no terminará nada bien.

- Hola __________, vine aquí a traerte un postre de mamá y tu suéter que olvidaste en el sillón.

- Ian, ¿el postre lo hizo mi madre o tú?

El chico quedó perplejo, Quizás le sorprendido tanto que lo haya descubierto.

- ___________, no le digas a nadie que hago postres, ¡Por favor!

- Tranquilo hermano - Rei entre dientes - No vayas a perder tu reputación de brabucon, recuerda que te enseñe a defenderte y si aún hay personas que te molestan, ahora que haz crecido te hará más falta defenderte con unas cuantas palabras hirientes.

- Hablando de recuerda... Recordé que alguien vino a buscarte a la casa, era un chico algo extraño.

- ¿Buscarme? ¿A mí?

- Si, te dejo una nota conmigo, no la abrí, no quiero dejar al expuesto tus aventuras de amor.

- Por lo menos yo tendría un chico que me busca, no que tú ni si quiera puedes llamar por teléfono a Alondra.

- Vaya pedazo de hermana...

Mi hermano se retiró enseguida dejándome con la gran incógnita. Nadie me ah buscado desde lo ocurrido. Ni si quiera se sentía cómodo pensar en ello.

Splendorman y linda eran mi única compañía pero por alguna razón Splendor tardaba cada vez mas en regresar.

Abrí la hoja un tanto sucia de las esquinas, su contenido era sencillo y breve pero muy fuera de lo normal.

"Te espero en el lago"

Vaya recado estúpido, pudo haberlo mandado cualquier loco, pero no podía negar que la curiosidad me mataba, ¿Quien me llamaba? ¿Que buscaban de mi?

No tengo nada que ofrecer pero, ¿Si querían dañarme? ¿Si era una trampa para asesinarme cómo hicieron con Alex? ¿Si el llamado venía de ISSAC?

Vaya día de especulación.




Mi lindo Capricho ~ Temporada || ~ MEMORIAS DE NIEBLA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora